El grupo de sindicatos que desde 2023 a la fecha pudo resolver con algunas expectativas su negociación de sueldos se restringe al máximo frente la tesitura política y económia del Gobierno.
Con herramientas como la pauta salarial vinculante a la inflación oficial, las políticas de reforma laboral como de control del incremento sostenido de precios la estrategia gubernamental hizo impacto en otro núcleo laboral.
Para el caso en cuestión la vertiente oficial fue la decisión de la Casa Rosada para poner tope a mejoras para la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Organización gremial que repudió la resolución 8/2025 de la secretaría de Transporte que determina una metodología de cálculo de costos de explotación del transporte de pasajeros en el AMBA, por el cual los choferes de colectivos no percibirán aumentos en sus haberes hasta junio.

El gremio advirtió que sin mejora paritaria “no habrá transporte”, bajo el peso que afrontan otros sindicatos en cuanto a que la pérdida de poder adquisitivo de los sueldos desde diciembre de 2023 a la fecha. Una dinámica negativa sin remedios oficiales para al menos disminuir un guarismo que parte de una base del 15%.
Esa organización de choferes a través de un comunicado manifestó que la normativa de Transporte vuelve “dificultosa la negociación salarial con las cámaras empresarias en la mesa paritaria”.

La UTA, conocida la decisión del gobierno libertario pidió que los funcionarios de la Provincia de Buenos Aires y CABA, como también “los nuevos interlocutores de relevancia en la materia, con capacidad y competencia suficiente para resolver la estructura de costos y la problemática salarial, proyecten una adecuada recomposición salarial que los trabajadores merecen”.
Esa unión tranviaria, liderada por Roberto Fernández, a nivel político está encolumnada en el sector dialoguista de la CGT, ha visitado la Casa Rosada junto a la mesa chica de Azopardo e integra el partido político “Trabajar”  promovido por el gastronómico Luis Barrionuevo, siempre en perfil de diálogo más que confrontación propiamente dicha.
Ante la novedad que les marca la paritaria cero hasta junio aseveran que “los salarios no serán la variable del ajuste pretendida por las autoridades nacionales, que intervienen en complicidad y convivencia con los empresarios, con trabajadores cada vez más y más pobres”.