A medida que se acerca octubre, cada vez más, Mauricio Macri deja atrás el discurso derrotista para abrazarse al nuevo tramo de la campaña electoral. Ayer, visitó la provincia de Córdoba, el distrito donde sacó el mayor porcentaje de votos en las últimas PASO, y zigzagueó entre su rol de presidente y el de candidato de la alianza Juntos por el Cambio.

Aunque las actividades proselitistas formales comenzarán el 7 de septiembre próximo, el jefe de Estado aprovechó estos días de cierta calma en los mercados, luego de las medidas adoptadas en la última semana, para avanzar en el terreno electoral. "Mi principal tarea en este momento es lograr la estabilidad económica y llevar tranquilidad", subrayó por la mañana Macri, tras encabezar el acto de inauguración de un Núcleo de Innovación y Desarrollo de Oportunidades (NIDO) en la capital cordobesa. Y, rápidamente, insistió con echarle la culpa de la crisis a los resultados de las primarias, al puntualizar que "lamentablemente las PASO generaron una disrupción económica y alteraron todo el proceso".

"Estamos convencidos de que la elección no sucedió y estamos con toda la energía para ir al balotaje y continuar trabajando", manifestó el mandatario, que llegó al NIDO junto al secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; el intendente de la capital cordobesa, Ramón Mestre; el presidente provisorio de la Legislatura cordobesa, Oscar González, y el titular del interbloque de diputados de Cambiemos, Mario Negri.

"Lo que queremos es que este proceso electoral no dañe más a los argentinos. Ya la economía venía complicada desde abril del año pasado cuando se acabó el crédito para la Argentina, no es cuestión de agravarle la cosa a la gente", señaló Macri sobre la situación actual en la que la disparada del dólar se trasladó a los precios y en medio del reclamo de las organizaciones sociales y de la oposición para que el Gobierno declare la emergencia alimentaria.

No por casualidad Macri eligió viajar a este distrito una vez más, luego de haber estado 20 veces antes como presidente. En las últimas PASO, aún cuando perdió parte del caudal de votos que obtuvo en las primarias de 2015, alcanzó más del 48 por ciento de los votos, mientras el Frente de Todos llegó al 30 por ciento de los votos. "Con Córdoba estamos unidos de por vida. Yo soy cordobés ya por adopción, así que estamos muy contentos con lo que está pasando en Córdoba, y cómo Córdoba empuja en este modelo de desarrollo productivo federal que todos queremos para la Argentina", dijo el presidente.

Sobre su vínculo con el postulante del Frente de Todos, Alberto Fernández, el mandatario sostuvo que está "en diálogo abierto y permanente" con toda la oposición y auguró que el FMI cumplirá con el desembolso previsto por US$5.400 millones porque su gobierno ha "cumplido todo".