Más de cuatro minutos tardó el presidente de Brasil Luiz Inácio “Lula” Da Silva desde que llegó a la sede del Palacio San Martín para participar en la Cumbre de mandatarios del Mercosur, hasta que le estrechó la mano al anfitrión, Javier Milei.

Da Silva hizo esperar varios minutos a Milei mientras permanecía en la antesala del acceso al salón principal para esperar aparte de su equipo, con gestos para pedir que esperaran a anunciarlo.  Finalmente, ingresó acompañado por su ministro de Relaciones Exteriores, Maurio Vieira.

 Lula hizo esperar varios minutos a Milei 

Al ingresar al salón, intercambió una conversación distendida con el canciller argentino Gerardo Werthein, que contrastó con la seriedad con la que saludó a Milei, quien estaba acompañado por la secretaria general, Karina Milei.

La foto entre los mandatarios fue la más formal de las que Milei se tomó con los mandatarios de países del Mercosur y asociados. Antes habían pasado Yamandú Orsi, de Uruguay; Enrique Peña Nieto, de Paraguay, con quien se estrechó en un abrazo  con risas y comentarios sobre el frío, y Luis Arce, de Bolivia.

Tras la foto, el brasileño hizo un gesto de retirarse, pero debió aguardar a la foto grupal con Karina Milei, Werthein y su canciller Vieira.  En ese momento, intercambiaron unas pocas sonrisas sobre la alfombra roja del Palacio San Martín. Fotos, flashes, dedos en alto de Lula, para dar por terminado el breve encuentro.

Milei y Da Silva no tuvieron reuniones bilaterales formales en sus mandatos aunque se cruzaron en dos oportunidades.

Una de ellas fue en noviembre de 2024, durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro con un saludo poco más que protocolar y una foto juntos, sin diálogo oficial y con  mucha distancia en el apretón de manos.

Un  mes después, en Montevideo, coincidieron en la cumbre del Mercosur cuando  Argentina recibió la presidencia pro tempore, en un contexto conflictivo por la insistencia de Milei en buscar acuerdo con Estados Unidos en forma bilateral.