Las cámaras empresarias y la UOM acordaron la mejora salarial para este año, con valor del 35%,2 en tres tramos y cláusula de revisión en diciembre. La antesala de esas cuotas serán el pago de sumas no remunerativas que se revelan como un capítulo novedoso de los pactos por salario de convenio en pandemia. 

El pacto rige desde este mes a marzo de 2022 y el convenio de salario ya tiene efecto desde el primer día de este mes, de hecho deberían ser liquidadas en las quincenas del corriente.

El número para el escalonado de las sumas no remunerativas es: 13,5%; 9% y 9% en relación a abril, julio y octubre, respectivamente. Incrementos del 15% a partir de julio, 10% a partir de octubre y 10,2 % desde enero 2022, el pacto rubricado se reserva una plegaria para que la inflación no se desmadre. Porque nadie discute en estos días lo imprevisible del Coronavirus y el incremento sostenido de precios.

Incluso más allá de la revisión en diciembre que es aconsejable recordar no tiene la potencia de la cláusula gatillo, un resguardo paritario casi de excelencia por estos tiempos.

Como anticipó BAE Negocios ayer hubo una nueva reunión, luego de que la mesa quedara a las puertas de firmar las actas correspondientes, y por diferencias en la redacción y edición de este texto, se decidió posponer por algunas horas el cierre definitivo de la paritaria.

Para lo que se mensuraba como un "diálogo abreviado" la puja se extendió casi durante un mes, incluyó cuartos intermedios, malestar de las bases metalúrgicas y estuvo al límite del dictado de la conciliación obligatoria por parte del ministerio de Trabajo.

Gran parte de los 185.000 trabajadores de la UOM están comprendidos en esta discusión, la cual se vuelve a constituir en una paritaria referencial para otros gremios, incluso más allá de la industria.

"El acuerdo alcanzado es racional y el haberlo logrado antes del vencimiento de la quincena de abril ayuda a llevar previsibilidad al sector", resumió una fuente empresaria al término de la videoconferencia desarrollada con la supervisión de la cartera laboral.

En tanto el titular de Camima, José Luis Ammaturo, entidad que agrupa a las pymes de la metalurgia le dijo a este diario "se llego a un acuerdo en un contexto de alta preocupación en la actividad de la industria en un año que se ve complicado tanto por la pandemia como el mantenimiento de pautas inflacionarias".

Ammaturo remarcó que su Cámara firmó "ad referendum" a fin de estudiar durante 48 horas con mayor profundidad los términos consignados en las actas, y cumplido ese lapso "ratificarán o rectificarán el mismo".

La UOM por su parte desarrolló un análisis con todas sus delegaciones del país a través de una videoconferencia. Con la incertidumbre inflacionaria y sanitaria inevitable para cualquier evaluación, hubo delegaciones metalúrgicas que o bien expresaron su descontento, como el caso de Tierra del Fuego el fin de semana pasada u otras que mascullaron su malestar por lo bajo.

Dentro de varios testimonios que recogió este medio mientras se aguardaba el final de la negociación, los tonos críticos y sostenidos en la realidad podían resumirse en algunos dirigentes jóvenes de la UOM con mandato en el interior.

"El acuerdo está lejos de ser bueno, pero hay que tomarlo, no podemos esperar más. Y si bien es parte de las reglas de juego tenemos que sincerarnos en cuanto a que salvo algunas minipymes, estamos negociando con empresarios que cotizan sus productos en dólares y pagan sueldos en pesos", resumió un dirigente del interior.