La comisión de Legislación del Trabajo que preside el diputado radical Martín Tetaz hoy se reunió para reabrir el debate por la reforma sindical. En esta oportunidad, se debatieron proyectos enfocados en la eliminación de la cuota sindical. Si bien asoman más reuniones informativas, buscarán hacer un segundo intento para conseguir el dictamen en las próximas semanas.

El debate se reinstaló como respuesta al nuevo paro que anunció la Confederación General del Trabajo (CGT) para el próximo 10 de abril. El año pasado hubo un intento de avanzar, además, con proyectos que buscaban convocar a elecciones gremiales, entre otras medidas orientadas a la “Democratización de las Obras Sociales”, pero fracasaron.

En noviembre del 2024, el oficialismo consiguió sortear una maniobra para apoyar la iniciativa que encabeza el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, y frustrarla al mismo tiempo. Lo pudo hacer gracias a la contribución de Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Federal), quien reemplazó a Alejandra Torres en la comisión para frenar el dictamen. Ni él ni Jorge Ávila firmaron, y Sergio Palazzo (UxP) retiró su dictamen de rechazo. Tetaz insistió con una sesión pero no hubo quórum: fueron 146 los ausentes, aunque bajaron los libertarios.

En ese entonces se habló de un pacto del Gobierno con la CGT y ahora la versión es que, luego de la convocatoria del paro de la semana que viene, el oficialismo dio vía libre para que se reinstale el debate como gesto de un quiebre en ese vínculo con los gremios. De todos modos, en Casa Rosada no tienen pensado avanzar realmente con la reforma, a priori.

Los proyectos fueron abanderados por el radicalismo, con Soledad Carrizo como representante del proyecto de Fabio Quetglas y Rodrigo De Loredo. También hay iniciativas de Ricardo López Murphy (ex Encuentro Federal, del monobloque Republicanos Unidos) y Gerardo Milman (PRO). Se sumó, además, la libertaria Marcela Pagano, la díscola del bloque oficialista que está enfrentada con el presidente de la Cámara, Martín Menem. El objetivo es que los aportes a los gremios empiecen a ser voluntarios.

El debate se centró en la corrupción de los líderes gremiales y los diputados impulsores de los proyectos llamaron a una investigación a fondo de la gestión y la distribución de esos aportes. En el peronismo defendieron  la autonomía y la libertad sindical. "Desconocen que son decisiones que toman los propios trabajadores en uso y práctica de su autonomía. Los sindicatos son organizaciones libres y no pueden estar sometidas a la lógica de un Estado", alegó Hugo Yasky (UxP). “Es todo mentira, en Argentina la afiliación es voluntaria”, afirmó.

“Hay una visión distorsionada de las cosas porque parece que hablan de una mafia organizada y fuéramos a punto de pistola a firmar acuerdos”, dijo el diputado peronista y dirigente sindical, Mario Manrique (SMATA). Ávila (EF) respaldó las críticas del peronismo y anticipó que no contarán con su apoyo, nuevamente: “A todos los trabajadores nuestros los capacitamos. Hacemos balance y presentación de eso. Vamos con la documentación. Nosotros nos manejamos así porque si no se prepara al empleado no se puede trabajar, esa es la virtud de los fondos".

Por otra parte, el amarillo Milman resaltó que los proyectos buscan defender los intereses de los trabajadores para que decidan hacer lo que quieran con su plata, en línea con que “estos aportes afectan la capacidad de ingresos de los trabajadores”. López Murphy también defendió que es ”inaceptable" que “un grupo corporativo le imponga a las personas que no pertenecen, contribuciones forzosas”.