El Tribunal Oral Federal 6, integrado por las juezas y jueces Sabrina Namer, Ignacio Fornari y Adrián Grünberg, condenó este miércoles a Fernando Sabag Montiel a 10 años de prisión por el intento de asesinato de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y unificó esa pena con una sentencia previa para imponerle una pena total de 14 años de cárcel. En el mismo fallo, el tribunal condenó a Brenda Uliarte, su ex pareja, como partícipe necesaria de tentativa dehomicidio agravado, a 8 años de prisión. Para Nicolás Gabriel Carrizo, el tribunal resolvió absolverlo, ya que la fiscalía no formuló cargos en su contra.

Los hechos y la calificación penal

El ataque ocurrió la noche del 1 de septiembre de 2022, cuando Sabag Montiel apuntó con un arma a centímetros de la cabeza de Cristina Kirchner frente a simpatizantes que la rodeaban en la puerta de su domicilio en Recoleta. El disparo no se ejecutó porque la pistola no tenía proyectil en la recámara. Uliarte estaba presente en el lugar.

Durante el juicio, declararon 157 testigos y se presentaron pruebas electrónicas, registros telefónicos y filmaciones que respaldaron la acusación de planificación previa. El tribunal aplicó los delitos de intento de homicidio agravado, portación de arma de guerra sin autorización legal, entre otros cargos. En el caso de Sabag Montiel, se sumó la tenencia de material de abuso sexual infantil, motivo por el cual se añadió la pena previa que llevó su condena total a 14 años.

Uliarte fue considerada partícipe necesaria por su colaboración en el acto y por su presencia activa en la planificación.

El tribunal decidió absolver a Carrizo, dado que ni la fiscalía ni la querella mantuvieron acusación en su contra y no existieron elementos suficientes para sostener vinculación efectiva con el atentado.

Reacciones, implicaciones y pendientes

Sabag Montiel, en sus últimas palabras, sostuvo que la causa fue “armada” en su contra, comparándola con el caso del fiscal Alberto Nisman. Uliarte declinó hacer uso de las últimas palabras.

La defensa de Montiel había planteado que el arma no estaba lista para disparar, apelando a una figura subsidiaria de tentativa inidónea. También alegó que existió una “psicología especial” en el imputado debido al clima de conflicto político previo.

El fallo sienta un precedente importante en materia de violencia política, en cuanto a la responsabilidad penal de quienes planifican ataques contra figuras públicas. También despierta interrogantes sobre la identificación de eventuales autores intelectuales o financiación detrás del atentado, un aspecto reclamado por la querella desde el inicio del proceso.

El público y los medios seguirán de cerca la publicación de los fundamentos del fallo, prevista para el 9 de diciembre, donde se explicará cómo el tribunal valoró las pruebas, los criterios para unificar la pena y los argumentos de la absolución de Carrizo.