Aldo Rico rechazó la propuesta de la diputada provincial Amalia Granata de reinstaurar el Servicio Militar Obligatorio en el país. "No me gusta, hoy los ejércitos son profesionales. Las Fuerzas Armadas no son reformatorios, están para otra cosa'', sostuvo el ex militar, que encabezó hace 35 años el levantamiento carapintada contra el gobierno de Raúl Alfonsín, en diálogo con distintos medios. 

Granata, actual diputada provincial por Santa Fe, había manifestado que el regreso de la obligatoriedad del servicio militar ''encaminaría la conducta de los jóvenes en el país''.

La iniciativa habría surgido de un viaje que realizó a Israel, en donde la ''colimba'' la realizan hombres y mujeres. “El de las mujeres dura dos años y el de los varones dos años y medio. Cuando lo finalizan, se toman un año sabático para irse de mochileros y a los 23 arrancan la facultad”, destacó. Y agregó: ''Es necesario pensarlo como la formación de una conducta para que los jóvenes se levanten a las 6 de la mañana, estudien, hagan ejercicios y les enseñen un oficio''.

 

 

Según Rico, la Argentina atraviesa problemas actuales que no se solucionan desde el plano militar. ''Los cuarteles forman soldados para la guerra. No se puede desarrollar un instrumento militar para combatir la pobreza o reemplazar a los planes''. En ese sentido, el ex teniente coronel se animó a opinar sobre la coyuntura política actual: "La dirigencia política argentina ofende la inteligencia del pueblo. Hagamos las cosas con seriedad". 

“El principal problema estratégico es que es un país que está aislado, no tiene aliados. Que venga el ministro (de Defensa, Jorge Taiana) y diga cuáles son las necesidades de Defensa, quién es el enemigo, cuál es el plan de campaña. Somos un país tan pobre que no tenemos nada que defender”, deslizó. 

Además, el ex intendente de San Miguel calificó como ''barbaridad'' lo ocurrido en el caso Carrasco, el conscripto fallecido que desencadenó la suspensión permanente del Servicio Militar Obligatorio en el año 1994, aunque no negó que existieron otras situaciones de violencia en los cuarteles.''Se terminó el Servicio Militar porque hubo un delito en un cuartel. Un año antes, 10 años antes, 20 años antes, ¿cuántos delitos hubo?''. Desde 1977, el Frente Opositor al Servicio Militar Obligatorio contabilizó 34 casos de soldados muertos o desaparecidos mientras cumplían la ''colimba''.

 

 

Servicio Militar Obligatorio: la respuesta del Gobierno 

El Gobierno también respondió a la polémica instalada en torno a los dichos de Amalia Granata, a través del ministro de Defensa, Jorge Taiana, que calificó como un ''desproposito'' la idea de restaurar el servicio militar obligatorio en Argentina.“No hay que confundir. Una cosa es el soldado voluntario que busca una profesión y se capacita. Eso no tiene nada que ver con el viejo servicio militar, que se parecía más a una leva en la cual los conscriptos quedaban sin derechos"

Según Taiana, la profesión de soldado “debe ser para hombres y mujeres que se preparen voluntariamente y se profesionalicen”. De esta manera, el ministro de Defensa dejó en claro que la obligatoriedad del servicio no representa una discusión para este Gobierno. ''Tuvo casi cien años de vigencia en Argentina. El conscripto, 'la colimba', terminó con el caso Carrasco porque era ya un sistema fuera de moda", señaló. 

El caso Omar Carrasco, y la finalización de la ''colimba''

Hace 28 años, el 6 de marzo de 1994, Omar Carrasco abandonó su casa de Cutral Có para sumarse al Servicio Militar Obligatorio en el Grupo de Artillería 161 de la localidad de Zapala, Neuquén. El Servicio de Conscripción, al que los jóvenes de 18 años ingresaban por sorteo, se conocía popularmente como ''colimba''. Después de dos días de viajar a visitar a su hijo sin poder encontrarlo, sumado a las respuestas contradictorias del comando militar, Francisco Carrasco hizo una denuncia por la desaparición de persona. 

A 15 días de la desaparición, el 6 de abril del mismo año, el cuerpo de Omar apareció mutilado y con el torso desnudo a 700 metros del cuartel. La autopsia dictaminó que el joven falleció de una golpiza que detonó en contusión pulmonar, hemorragia interna y una insuficiencia respiratoria que tuvo pésimo tratamiento por más de 48 horas. A cinco meses del acontecimiento, Carlos Menem, en medio de su segunda campaña electoral, firmó el decreto (1537) que daba de baja la conscripción.