En paralelo a la caída de la actividad industrial que reflejan los indicadores oficiales y privados, la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) decidió incrementar sus protestas, al dilatarse la negociación colectiva. La secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por 15 días hábiles, lapso donde empleadoras y gremio deberán retomar las negociaciones.

Acatando la disposición gubernamental desde el gremio reivindicaron las medidas de fuerza que comenzaron este jueves con bloqueos a las plantas fabriles y que incluso podrían haber determinado el desabastecimiento de productos claves como los lácteos en todo el país, ya que la acción sindical se definió con alcance en el ámbito nacional.

Antes de la tregua forzada desde Trabajo y en virtud del estado del debate salarial la FTIA dispuso los bloqueos que impidieron la salida de camiones de las plantas elaboradoras, una dinámica que comenzó en la mañana del jueves e iba a finalizar este viernes.

El titular de esa federación, Héctor Morcillo, sostuvo que los sindicalistas ya brindaron muestras de buena voluntad para negociar. "Tratamos de buscar una salida a nuestros reclamos, en el diálogo con los empresarios pero no recibimos una respuesta satisfactoria".

En tanto Morcillo señaló que las medidas de fuerza fueron debatidas por plenarios de secretarios generales y habilitan "este reclamo en tiempos de licuación salarial y ajuste". En abril, el gremio consiguió un aumento del 16% en 2 tramos: marzo (9%) y abril (7%), que sumó un acumulado del 304% entre mayo 2023 y abril 2024, lapso para esa paritaria.

La negociación colectiva como batalla

Sobre el bloqueo a las fábricas, el Sindicato de la Industria de la Alimentación de Buenos Aires también respaldó los paros por turno. "Vamos a perder derechos si no nos ponemos de pie y damos batalla", reseñó Rodolfo Daer quien a la hora de evaluar la situación del gremio también consideró el escenario del país y disparó: "Estamos viviendo la peor etapa de la vida democrática de nuestro país y creo que tenemos que mostrar las uñas, los dientes".

Tanto en las organizaciones gremiales como en el ámbito empresario se remarcó que el plan de lucha había comenzado a tener impacto en la producción de todas las fábricas de alimentos del país. Como también que llegaría a golpear en la cadena de distribución en hipermercados, súper y comercios de cercanía, entre otros.

Entre otras acciones la FTIA también había deliberado para concretar una movilización a la sede de la cámara COPAL, de relevante grativación en el ámbito de la Unión Industrial Argentina (UIA).