Desde los dichos de la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello sobre recibir a las personas "con hambre" y no a los referentes de organizaciones sociales, que derivò en una amplia presencia de solicitantes en las inmediaciones de esa cartera, y la posterior aseveración de la funcionaria que no los recibiría, la CGT emitió un duro comunicado bajo el título: “Chicos, ustedes tienen hambre”.

“No es con la soberbia de cerrar las puertas a quienes reclaman, ni con la indiferencia de hacer oídos sordos a los que necesitan, como podremos encaminarnos en un marco de cordura y diálogo hacia las soluciones”, resaltaron. En ese contexto la central obrera manifestó que, “esta fila del hambre muestra el rostro más cruel de nuestros desafíos como dirigentes y también como habitantes naturales de una Nación”.

De esta manera enmarcan su llamada de atención al Gobierno Nacional, "advertimos: no es con la soberbia de cerrar las puertas a quienes reclaman, ni con la indiferencia de hacer oídos sordos a los que necesitan, como podremos encaminarnos en un marco de cordura y diálogo hacia las soluciones”, dijo la CGT.

Con la firma de su consejo directivo la comunicación difundida esta noche apuntó a la titular de Capital Humano y la secuencia que desataron esas afirmaciones que trascendieron a través de la prensa.

“El último eslabón de la dignidad humana se agota cuando no se puede cumplir la más básica necesidad que es la de alimentarse. Frente a la condición urgente del hambre no puede haber otra prioridad que una respuesta activa y una actitud de compasión elemental, anterior a cualquier posicionamiento ideológico. Y es precisamente eso lo que hoy sí resulta realmente urgente y necesario”.

Como lo ha manifestado en ocasión del paro del miércoles 24 de enero la central obrera remarcó “la situación de indigencia y pobreza estructural de millones de personas en extrema vulnerabilidad en nuestro país no puede esperar. Especialmente en lo que se refiere a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores. Constituyen un abanico doloroso de nuestro cuerpo social, castigado desde hace mucho tiempo por el flagelo de la inflación, con sus secuelas de miseria y deterioro, que gestiones gubernamentales desafortunadas o ineficientes no pudieron o no supieron encauzar para bienestar de la enorme mayoría de la población".

Para la CGT esta "fila del hambre" muestra el rostro más cruel de los desafíos como dirigentes y también como habitantes naturales de una nación, reseñaron. “Un plato de comida no se le niega a nadie” es una vieja frase que representa nuestra más saludable tradición argentina. La Conferencia Episcopal Argentina va más allá y expresa que “el pedido del pan de cada día es un clamor de justicia”.

Sustentan desde los datos que manejan en cuanto a incremento sostenido de precios y evaluaciones sociales que “las distintas variables económicas de estos últimos días nos muestran datos alarmantes que se expresan sobre todo en el descontrolado aumento de los alimentos, medicamentos y servicios en general, componiendo un panorama inusitadamente crítico de cara a los meses venideros.

“El riesgo de una crisis alimentaria con imprevisibles consecuencias está a la vuelta de la esquina. Si lo que va a regir es la “ley de la selva”, lo que sobrevendrá es un horizonte de mayor decadencia y desintegración. Es preciso prestar debida atención a estas alarmas y prevalecer en el esfuerzo para curar, cuidar y compartir con los más débiles o desprotegidos, es lo que nos constituye como comunidad”.