Vecinos de San Isidro denuncian zona liberada: hay robos en comercios todos los días
Señalan que ya no pasan patrulleros ni seguridad vecinal del Municipio que gobierna el intendente Ramón Lanús.
Los comercios cierran temprano, las vivienda están enrejadas, se suman cámaras de seguridad y reflectores... pero se los roban. Así viven los vecinos de San Isidro que ven dia a dia como son víctimas de los delitos sin que esas acciones tengan consencuencias porque no se recupera lo robado ni se detiene a los responsables. Los vecinos señalan que ya no pasan patrulleros ni seguridad vecinal del Municipio que gobierna el intendente Ramón Lanús.
El último hecho se produjo en una barbería en la zona de Olazábal y Uriarte, a una cuadra de la comisaría del barrio.
Allí, una barbería fue asaltada por dos personas, una de ellas con capucha que le ocultaba parcialmente el rostro, y se llevaron del local máquinas que utilizan para el trabajo diario y computadoras.
Los dueños de la barbería están atemorizados porque desde la intendencia de Ramón Lanús les plantearon que no hablaran con los medios. Pero tampoco resolvieron la situación de seguridad de la zona.
Los vecinos consultados por Grupo Crónica señalaron que tuvieron que poner más cámaras de seguridad y más alarmas porque los robos se suceden. "Actúan con impunidad. No se ve ni un patrullero ni un movil del Municipio", señalan.
En frente de la barbería saqueada se produjeron otros tres hechos delictivos en los últimos días: el robo de la recaudación de un negocio de venta de sahumerios, dinero que era para pagar el alquiler del local; la sustracción de una bicicleta y el hurto de un reflector colocado en el acceso a un gimnasio.
"Acá no entran a robar porque es todo pesado, mancuernas, discos... pero nos robaron el reflextor", contó con amargura Ingrid, la dueña del local. Comentó además que la cámara de seguridad tuvo que ser enrejuada para que no se la lleven y hasta las cuestiones solidarias deben tener que prever: los tachos de comida para las mascotas que dejan como gentileza, están atados con alambres a los postes. "Desde hace meses no veo pasar ninguna patrulla ni móvil del Municipio. Las cámaras sirven a medias porque después, quién busca a los chorros?", lamenta.
Muchos vecinos no quieren hablar, tienen miedo de represalias. Pero la verdulería que está a pocos metros de la barbería asaltada es también una postal de lo que se vive: las bolsa de cebolla están atadas contra las rejas del negocio para que no se las lleven.