El oficialismo y el kirchnerismo volvieron a tener un fuerte cruce, esta vez, por los planes de estudio en la provincia de Buenos Aires. La vicepresidenta Victoria Villarruel había cuestionado el plan de lectura para estudiantes del nivel medio del territorio bonaerense y consideró que incluye libros “degradantes e inmorales”. 

La titular del Senado hizo referencia a una colección de libros que fue lanzada en 2023 con el aval del gobernador provincial, Axel Kicillof, y del director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni. “Los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que @Kicillofok les ofrece. Existen límites que nunca deben pasarse", se quejó Villarruel en las redes sociales.

En el texto difundido en X, exigió que “dejen de sexualizar” a los chicos y “saquen de las aulas a los que promueven estas agendas nefastas y respeten la inocencia de los niños”. "¡¡Con los chicos NO!!”, escribió Villarruel sobre la imagen de un párrafo de la novela Cometierra, de Dolores Reyes, y otro de Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara, donde se narran escenas sexuales.

El director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, salió a responder y defendió el material educativo que se reparte en los centros de enseñanza bonaerenses. El funcionario  aseguró que no se trata de educación sexual sino de un tipo de “arte” que “propone una mirada desde otro lugar y permite hablar las cosas de otra manera”.

“Son herramientas para las bibliotecas y los docentes. No se obliga a nadie a leerlos y no son para niños”, explicó. Al mismo tiempo agregó: “Si hay libros que tienen temática política, escenas de sexo o lenguaje soez, esos no van para secundaria básica sino para la orientada, de 16 a 19 años. Además, van con una inscripción que dice ‘Requiere acompañamiento docente’”.

En declaraciones radiales, Sileoni señaló que este tipo de contenidos “están inmersos en el desarrollo de la sexualidad desde mucho antes”. “Todos sabemos que mucho antes de los 16 a un clic de la computadora acceden a la más brutal pornografía. Esto no es pornografía, esto es literatura”, subrayó.