La relación entre Victoria Villarruel y Javier Milei no tiene retorno. La vicepresidenta cuestionó en su cuenta de la red social X la forma en que el Gobierno manejó la situación del gendarme argentino detenido en Venezuela y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, -una de las funcionarias favoritas del presidente- la acusó de querer "juntar likes" y le pidió que se encargue de "frenar" el "aumento de sueldos en el Senado".

Hasta ahora, Villarruel se había mantenido al margen del discurso público que sostiene el Ejecutivo nacional sobre Nahuel Gallo, quien fue apresado por las fuerzas de seguridad venezolanas el 8 de diciembre último. Ante una pregunta de un usuario de X sobre su opinión respecto al tema, ella respondió: “Jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela. Lo que está ocurriendo es la consecuencia tristemente obvia, pero como no soy del área de Seguridad, no opino de las sanciones y acciones que se deberían tomar”.

"Es sólo un tuit, nada más", dijeron cerca de la titular del Senado, que un rato después decidió eliminar el posteo. Sin embargo, desde la Casa Rosada reaccionaron con furia ante las declaraciones de Villarruel.

Bullrich fue la encargada de contestar públicamente: “Resulta vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada. Los argentinos ya no toleran la cobardía ni el oportunismo político".

“Es claro que usted habla con total desconocimiento de los canales y mecanismos administrativos que rigen en el marco de la Gendarmería Nacional. La autorización de viajes se otorga a través de la Dirección de Personal. Por eso le solicito que antes de emitir declaraciones, la próxima vez se informe”, puntualizó la ministra.

De paso, Bullrich aprovechó para responsabilizar a la vicepresidenta por la suba de la dieta de los senadores. “Por último, si quiere servir a la Patria, como argentina le pido se ocupe de frenar el descabellado e inminente aumento de sueldos en el Senado de la Nación. La ciudadanía está haciendo un esfuerzo heroico para superar la crisis heredada y no merece financiar dietas de 9.5 millones para ningún legislador”, apuntó.

Las tensiones entre ambas no son nuevas. En la campaña presidencial de 2023, cuando Bullrich todavía era la candidata a presidenta del PRO, Milei había prometido que el ministerio de Seguridad, así como también el de Defensa, quedarían bajo la órbita de Villarruel. Eso cambió de inmediato semanas antes del balotaje. El líder libertario le entregó esos lugares a la ex titular del partido amarillo y a Luis Petri, respectivamente, a cambio de apoyo en la segunda vuelta.

El reciente cruce entre las funcionarias se enmarca en los reiterados cortocircuitos que hay entre Villarruel y Milei. En las últimas semanas, la relación entre ambos empeoró, luego de que el mandatario dijo que su vice no participa de las reuniones de Gabinete ni tiene injerencia en las decisiones gubernamentales. Tampoco fue invitada a ser parte del video de la cadena nacional, cuando se cumplió un año del Gobierno de La Libertad Avanza.

El último entredicho se dio hace una semana. La titular del Senado fue cuestionada por haber presidido la sesión en la que se destituyó a Edgardo Kueider -un aliado del oficialismo-, bajo el argumento de que estaba a cargo del Ejecutivo porque Milei estaba de viaje en Italia.

En Balcarce 50, están convencidos de que Villarruel quiere hacerle sombra al presidente y que está detrás de un armado político, alternativo al de La Libertad Avanza. Aunque ella desmintió que eso fuera así a través de un mensaje en las redes sociales, los más mileístas no dudan que lo único que busca es presentarse como la cara amable del espacio, con fines personales.