Las pymes representan más del 99% del entramado productivo de Argentina. Su peso tanto en el empleo formal como en el comercio y en la industria las convierte en un pilar esencial para el desarrollo económico. Sin embargo, en un contexto desafiante se necesita más que voluntad y creatividad para sostenerse y poder crecer. En ese marco, entidades públicas y privadas diseñan programas de capacitación con el objetivo de potenciar su productividad, mejorar su acceso al financiamiento y profesionalizar su gestión.

 

Club Pyxo, una red privada con mirada de futuro

Entre las iniciativas más activas del ámbito privado se destaca Club Pyxo. Esta comunidad de formación y asesoramiento fue co-creada por Pablo Sona, Robert Rodríguez y Leandro Basso, quienes comprendieron que el conocimiento compartido es clave para escalar negocios. Su modelo combina clases en vivo, acompañamiento experto y una red de contactos que favorece la sinergia entre emprendedores.

En los últimos dos años, Pyxo acompañó a más de 2.000 pymes argentinas con capacitaciones que abordan desde planificación estratégica hasta gestión de recursos humanos, comercio electrónico y transformación digital. Además, ofrece asistencia personalizada para ayudar a resolver obstáculos reales, abarcando desde la estructura de costos hasta la organización interna.

"El objetivo es que cada pyme se convierta en una empresa ordenada, rentable y preparada para crecer", afirmó Sona. La entidad también se articula con gobiernos provinciales y cámaras empresarias para ampliar su alcance.

 

El rol del INTI y de otros organismos del Estado

En el plano estatal, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) continúa siendo una de las principales referencias en capacitación a pymes industriales. A través de sus centros tecnológicos distribuidos en todo el país, brinda asesoramiento técnico, análisis de procesos productivos y formación especializada. Sus capacitaciones cubren áreas temáticas como eficiencia energética, automatización, calidad industrial, diseño de productos y cumplimiento de normativas. Muchas veces, los cursos se complementan con diagnósticos in situ en las plantas de producción.

El Ministerio de Economía también impulsa programas, como PAC Empresas, que otorgan aportes no reembolsables para que las pymes puedan implementar mejoras organizativas o tecnológicas, muchas de ellas acompañadas de procesos de capacitación.

En la misma línea, la Secretaría de Trabajo desarrolló el programa Te Sumo, que no solo promueve la inserción laboral de jóvenes en pymes sino que también exige que las empresas pasen por instancias de formación en buenas prácticas de gestión y liderazgo.

 

Fundaciones internacionales con impacto local

Varias fundaciones internacionales también pusieron el foco en el fortalecimiento del tejido pyme en Argentina. Una de ellas es Fundación Wadhwani, con sede en Estados Unidos, que desde 2019 trabaja en América latina con un programa específico para emprendedores y pequeñas empresas. Su iniciativa Empower ofrece mentorías, cursos virtuales y herramientas digitales que permiten a las pymes profesionalizar su gestión, analizar datos, optimizar ventas y estructurar sus negocios de manera sostenible. El modelo se apoya en un enfoque práctico, con contenidos diseñados para ejecutivos y dueños de pequeñas empresas que buscan resultados concretos.

Otra experiencia destacada es la de la Fundación Konrad Adenauer (KAS), de origen alemán, que desde su sede en Buenos Aires promueve encuentros, talleres y capacitaciones sobre economía social de mercado, digitalización y desarrollo sostenible. Si bien no trabaja exclusivamente con pymes, muchas de sus iniciativas apuntan a fortalecer el entramado productivo local, en especial en regiones del interior del país.

 

Cámaras y universidades como actores relevantes

Las cámaras empresarias también ocupan un lugar central en la agenda de la formación para pymes. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), por ejemplo, ofrece un catálogo de cursos virtuales y presenciales en áreas como finanzas, marketing, comercio exterior y liderazgo. Algunas cámaras sectoriales, como la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), cuentan con sus propios institutos de formación técnica, donde brindan capacitación continua a empresas del rubro.

Por su parte, las universidades públicas y privadas firmaron convenios con provincias, municipios y asociaciones para dictar diplomaturas y cursos cortos adaptados a las necesidades de las pymes. Un caso emblemático es el de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), que impulsa programas junto con cooperativas y pymes de la zona norte del conurbano bonaerense.

 

Digitalización, el gran desafío

La transformación digital es uno de los ejes que atraviesa casi todos los programas de capacitación a pymes. En un contexto donde el comercio electrónico, la gestión por software y la automatización de procesos se volvieron imprescindibles, las entidades formadoras adaptaron sus contenidos para cubrir estas necesidades. En este sentido, Argentina Programa, lanzado originalmente para formar programadores, derivó en diversas alianzas con empresas y gobiernos para aplicar soluciones tecnológicas en pymes no tecnológicas, con acompañamiento formativo.

Además, el BID Lab y Microsoft apoyan proyectos que impulsan la digitalización inclusiva, en alianza con organizaciones locales como Njambre o Eidos Global.