Después de una larga tregua, preocupan los nuevo niveles de Covid-19 con una nueva variante
El repunte de COVID-19 en Estados Unidos, genera preocupación en medio de un aumento generalizado de virus respiratorios. Los expertos alertan sobre los riesgos para los más vulnerables
Después de un período de calma, los niveles de COVID-19 están disparándose en Estados Unidos, justo a las puertas del cierre del año y comienzo de 2025. Este repunte repentino, tras meses de relativa tranquilidad, preocupa a los expertos, quienes temen que haya dejado a mucha gente vulnerable en el momento más crítico de la temporada: ya que se encuentran en pleno invierno.
El virus respiratorio, que había dado tregua hasta noviembre, comenzó a intensificarse a principios de diciembre. Según los datos de vigilancia en aguas residuales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los niveles pasaron de mínimos históricos en octubre y noviembre a triplicarse hacia el 21 de diciembre. El aumento es generalizado, pero el Medio Oeste experimenta un alza especialmente marcada, con niveles casi el doble de altos que en otras regiones del país.
La nueva variante XEC, un híbrido de subvariantes de Ómicron, es señalada como la responsable de este aumento. Según el CDC, XEC desbancó a otra variante llamada KP.3.1.1 entre finales de noviembre y principios de diciembre, pasando de representar el 15% de los casos en octubre al 45% para finales de diciembre. "Es una 'ola silenciosa', que llegó tarde y de la nada," escribió en redes sociales el Dr. Michael Hoerger, investigador de la Universidad de Tulane. Sus modelos de predicción sugieren que, sin políticas de testeo ni aislamiento, las probabilidades de exposición al virus en una reunión de 10 personas en Navidad eran de 1 en 8; en un avión con más de 100 pasajeros, subían a 3 de cada 4.
Las mutaciones constantes del virus hacen que escape más fácilmente a la inmunidad previa. Sin embargo, las vacunas más recientes siguen siendo eficaces para prevenir casos graves o muertes. A pesar de ello, la tasa de vacunación es baja: apenas el 21% de los adultos y el 10% de los niños se vacunaron esta temporada.
El COVID-19 no es el único protagonista de esta temporada de virus respiratorios. La gripe (influenza) y el virus sincicial respiratorio (RSV) también están al alza, mientras que otras enfermedades contagiosas, como la tos convulsa y el norovirus, alcanzan niveles no vistos en más de una década. Según el CDC, durante la tercera semana de diciembre, hubo 6 hospitalizaciones por virus respiratorios por cada 100.000 personas, el doble que un mes antes.
En particular, la tos convulsa, una infección bacteriana altamente contagiosa, está generando preocupación. Puede comenzar como un resfriado leve, pero derivar en episodios de tos tan severos que causan vómitos o fracturas de costillas, especialmente peligrosos para bebés menores de un año, cuyo sistema inmunológico aún se está desarrollando. Este año, los casos de tos convulsa superaron los 32.000, seis veces más que el año pasado y la cifra más alta desde 2014.
Mientras tanto, el norovirus, conocido por causar brotes de gastroenteritis, registró casi 500 brotes desde agosto, un tercio más que en 2022. "Con las fiestas en pleno apogeo y el aumento de la circulación viral, el desafío de proteger a los más vulnerables sigue siendo urgente", advierten los expertos.