Viajar y escapar durante el fin de semana con amigos o familiares siempre resulta revitalizante. Conocer nuevos destinos permite desconectar del estrés diario y recargar energías. En este sentido, el mágico pueblo de un millón de árboles se presenta como una opción ideal para quienes buscan conectarse con la naturaleza sin alejarse demasiado de Buenos Aires.

Este encantador lugar queda en Saladillo, específicamente en Cazón, una pequeña localidad del municipio. Aquellos que se animen a visitarlo podrán disfrutar de diversas actividades al aire libre y experimentar la serenidad que ofrece el entorno rural.

Cómo llegar y qué hacer en Cazón

Para acceder a Cazón, los viajeros deben tomar la Ruta Nacional 205, llegando a la altura del km 170. Desde allí, se sigue un acceso pavimentado que conduce al pueblo, ubicado a unos 4 kilómetros. La principal ventaja de este destino es su conexión profunda con la naturaleza, que invita a disfrutar de la paz típica de la zona rural.

En Cazón, hay varios puntos interesantes para descubrir. Entre ellos se destacan la plaza principal, la estación de ferrocarril, la capilla Nuestra Señora del Rosario y los antiguos hornos de carbón. Cada uno de estos lugares tiene su propio encanto y permite apreciar la historia local.

Un rincón para los amantes de la naturaleza

El Vivero Municipal, fundado en 1910 tras la promulgación de la ley de forestación, se convierte en una parada obligada. Con 210 hectáreas de parque, alberga una escuela agropecuaria, un jardín de infantes, caballerías, un circuito de endurance y un área protegida para el avistaje de aves. Pasear por sus caminos rodeados de vegetación mientras se escucha el canto de las aves autóctonas es una experiencia única.

Otro atractivo del lugar es la Base de Campamento, ideal para reuniones familiares o con amigos. Este espacio cuenta con parrillas, cocina, agua y mesas para disfrutar de comidas al aire libre. Para quienes prefieren la pesca, la Laguna Indio Muerto queda a solo 2 kilómetros de Cazón, con tres espejos de agua que albergan bagres, carpas, pejerreyes y otros peces.

Comodidades para disfrutar del turismo de cercanía

El destino también ofrece diversas comodidades para los visitantes. Hay un sector de camping, alquiler de botes, venta de carnada, proveeduría, bar, sanitarios, duchas y juegos infantiles, todo lo necesario para disfrutar de unas vacaciones relajadas en contacto con la naturaleza.

Pasar un fin de semana en el mágico pueblo de un millón de árboles no sólo brinda la oportunidad de escapar del bullicio urbano, sino que también permite disfrutar de una conexión real con el entorno natural. Sin dudas, un lugar ideal para toda la familia.

 

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