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A los 82 años murió Jesús Quintero, creador de "El Perro Verde" y "El Loco de la Colina"

Famoso por sus programas de entrevistas, el periodista español recibió más de 200 galardones a lo largo de su carrera como creador de formatos de radio y televisión

BAE Negocios

El comunicador y periodista español Jesús Quintero, creador de ciclos como “El Perro Verde” y “El loco de la colina” con los que en la década del '90 trajo su impronta al Río de la Plata, falleció hoy a los 82 años. El presentador y creador de múltiples formatos de radio y televisión, recibió más de 200 galardones, entre los que destacan el Ondas Internacional, el premio Rey de España de periodismo, el premio al Hecho Radiofónico más innovador y el premio a la originalidad periodística.

Según trascendió, el periodista murió en la residencia geriátrica Nuestra Señora de los Remedios de Ubrique, en Cádiz, donde fue alojado arrastrando problemas respiratorios y coronarios. Jesús Quintero era un apasionado de las entrevistas, donde se conectaba con personajes marginados, quienes le hablaban de sus problemas, deseos e inquietudes. 

 

Trayectoria de Jesús Quintero

El conductor nació el 19 de agosto de 1940, en la provincia de Huelva, hijo de José, el electricista, y María, la campesina, quien le decía al Jesús niño que “era más raro que un perro verde y un ratón colorado”, dos calificaciones que luego usó para sus programas.

Con 20 años, Quintero consiguió trabajo en la Radio Nacional de España animando las tardes con el programa “Estudio 15-18” pero como el proyecto no lo convencía, propuso hacer “El hombre de la roulotte”. La idea era más que extraña: hacer un programa en donde recorría España en una furgoneta llena de libros y sartenes entrevistando a “los nadies”, personas sin fama que contaban sus historias.

A los 82 años murió Jesús Quintero, creador de "El Perro Verde" y "El Loco de la Colina"
Jesús Quintero fue célebre durante décadas por sus entrevistas (https://www.jesusquintero.es/)

Aquel suceso, que resultó ser un éxito, lo empujó a la comercial cadena Ser, donde en su espacio de madrugada no había publicidades. A falta de tandas comerciales, surgió "El Loco de la Colina”, un programa donde escuchaba y hacía escuchar los problemas de los desesperados, los solitarios, los necesitados de consejos y los sedientos de afecto.

Dicha apuesta llegó a este lado del mundo a través de Radio Nacional y el programa batía récords de audiencia, con cerca de un millón de oyentes. Así fue que sin dejar de hacer radio y televisión de una manera tan propia como incómoda y provocativa, en los 90 llegó al Río de la Plata para trabajar en Argentina y Uruguay.

Otro de sus programas más emblemáticos fue "El Perro Verde" donde las preguntas o comentarios del conductor eran mínimos, casi inexistentes; siempre hablaban las visitas, personajes de la política, la ciencia, el arte y la cultura; así también como gente de pueblo y personas que tenían algo interesante que decir.

En nuestro país, Quintero logró entrevistar al asesino Robledo Puch en la cárcel de Sierra Chica, pero nunca dejó de proponer el diálogo con las personas comunes. En Buenos Aires sufrió un violento robo en su productora, donde se llevaron 10 mil dólares. En esa ocasión, en lugar de denunciar a los delincuentes, Quintero eligió intentar entrevistarlos.

En 1991 presentó en Canal Sur el programa “Trece noches” integrado por 13 entrevistas de una hora de duración al escritor Antonio Gala tratando cada una de ellas sobre un tema específico, del que surgió uno de sus tres libros (los otros fueron “Cuerda de Presos” y “Jesús Quintero: entrevista”).

Fuera de su rubro, Quintero se desempeñó como productor de la cantante Soledad Bravo y del guitarrista Paco de Lucía e intentó desarrollarse como gestor e impulsor cultural, donde tuvo un escaso suceso. 

Jesús Quintero: su opinión acerca de la televisión

Hasta sus últimos días se mantuvo muy crítico de la televisión, el medio en el que obtuvo sus mayores triunfos.

“La televisión es una mina abandonada y saqueada que está en manos de personas sin escrúpulos. El morbo, la frivolidad, el sexo y el sentimentalismo barato y de lágrima fácil se han convertido en el único reclamo para atraer la audiencia a la que se alaba, alimentando sus más bajos instintos", explicaba.

"Pero lo malo es malo, aunque lo vean ocho millones de espectadores”, postulaba sin reparos.

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