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Atentado a la AMIA: qué pasó el 18 de julio de 1994 y quiénes son los sospechosos

Argentina inicia el juicio en ausencia contra los acusados. Uno por uno, quiénes son los sospechosos por el atentado a la AMIA 

BAE Negocios

Volaron la AMIA, igual que la embajada de Israel.  Estoy enfrente de un edificio que está a punto de desplomarse al frente de la AMIA y ocho pisos. Están retirando chicos ensangrentados, mujeres, niños. Quedó destruido. Piden ambulancias. Hay gente destrozada, mutilados. Escombros por todos lados”, fue el relato que se oyó por la radio el 18 de julio de 1994. Ese día, la tragedia en Buenos Aires se volvió a repetir: una bomba estalló en una dependencia de la comunidad judía a las 9:53 de la mañana en Pasteur 663. Dos años antes, volaron la embajada de Israel en Argentina.

El atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) fue producido por un coche bomba que se detonó en frente a la entidad, ubicada en el barrio porteño de Once. Policías, médicos y los propios familiares emprendieron la búsqueda de todas las personas que estaban allí. El rescate duró todo el día y dejó un saldo de 85 fallecidos y alrededor de 300 heridos.

 

Desde la Justicia determinaron que tanto el atentado contra la embajada, como a la AMIA se produjo a través de una conexión local que permitió la planificación de los hechos, que son considerados como delitos de lesa humanidad. El principal sospechoso es el grupo Hezbolá, que en árabe significa “partido de Dios”. Es un partido político y paramilitar musulmán.

Para la Justicia argentina, los sospechosos son:

  • Ibrahim Hussein Berro, miembro del Hezbolá. Identificado como el conductor suicida del coche bomba.
  • Hadi Soleimanpour fue embajador iraní en Buenos Aires entre 1991 y 1994, cuando abandonó abruptamente el país el 1 de julio de ese año, días antes del atentado. 
  • Ahmad Reza Asghari fue el tercer secretario de la Embajada de Irán en Buenos Aires entre 1991 y 1994. Se fue del país junto a Soleimanpour.
  • Imad Mugniyah, jefe de inteligencia de Hezbolá. Pasó a la clandestinidad y se había sometido a cirugía plástica para alterar su apariencia y buscaba un perfil bajo mientras trabajaba organizando el ala militar de Hezbolá. Murió en 2008 en la explosión de un coche bomba en Siria.
  • Ali Fallahijan fue ministro de inteligencia de Irán entre 1989 y 1997, está acusado de participar en la planificación del atentado. También está vinculado a asesinatos en Europa.
  • Mohsen Rabbani trabajaba como agregado cultural en la Embajada iraní en Buenos Aires. Es acusado de determinar que AMIA era el objetivo para el atentado. Habría financiado la Renault Trafic para enamblar la bomba y hacerla explotar.
  • Ahmad Vahidi era comandante de la Fuerza Quds, el brazo de operaciones externas de la Guardia Revolucionaria de Irán. Es acusado de formar parte del círculo que propuso y dirigió la planificación del ataque.
  • Mohsén Rezaí era fue comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (IRGC). Junto a Vahidi, está acusado de formar parte de la mesa chica que planificó el ataque. 

Todos los acusados están prófugos de la Justicia y pesan sobre ellos pedidos de captura de Interpol. 

 

Los siete sospechosos del atentado a la AMIA siguen prófugos y con pedido de captura 
Los siete sospechosos del atentado a la AMIA siguen prófugos y con pedido de captura 

Argentina sancionó en 2004 la ley de Juicio en Ausencia, un mecanismo que permite juzgar a personas acusadas de delitos graves, aunque no estén presentes físicamente y no hayan sido capturadas. Aplica a casos de lesa humanidad, terrorismo o crímenes internacionales. Se garantiza que los acusados tengan un abogado defensor y puedan presentarse en cualquier momento y exigir la reapertura del juicio.

Todavía no hay fecha confirmada para el inicio para el juicio. Sin embargo, el juez federal Daniel Rafecas consideró que “no hacer nada sería aún peor”. 

El contexto político del atentado a la AMIA

Las sospechas sobre las causas del atentado a la AMIA están directamente relacionadas con el contexto geopolítico de la década de 1990 y las tensiones entre Argentina e Irán. Carlos Menem asumió la presidencia en 1989 y se alineó directamente con estados Unidos e Israel. En 1990, Argentina fue el único país latinoamericano que se sumó activamente a la coalición liderada por Estados Unidos en la guerra del Golfo contra Irak, enemigo declarado de Irán.

En 1991, Menem firmó acuerdos de cooperación militar y antiterrorista con Estados Unidos e Israel, lo que intensificó la cooperación en inteligencia. Por ese entonces, se promovieron acercamientos bilaterales con el gobierno israelí, incluyendo visitas oficiales y acuerdos tecnológicos.

Carlos Menem es de origen sirio-musulmán, pero durante su carrera política se convirtió al catolicismo. Cuando accedió al poder, el régimen iraní y sectores del mundo islámico esperaban una política favorable a Medio Oriente, dada su ascendencia. Lo contrario ocurrió: Menem fortaleció lazos con Israel y Occidente, y eso fue percibido como una traición personal y política.

Según la hipótesis de los fiscales argentinos, esto generó un fuerte resentimiento en sectores duros del régimen iraní, especialmente en el aparato de inteligencia, que ya operaba junto a Hezbolá en América Latina.

Lo que para la política local fue un giro diplomático pragmático, para el régimen iraní fue un acto hostil, traidor y castigable. Y lo castigaron con sangre: 85 muertos, 300 heridos y una causa judicial que todavía busca Justicia.

 

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