La Comisión de Obras y Servicios Públicos de la Legislatura porteña emitió este martes dictamen favorable al proyecto del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para extender por un año el plazo de concesión del servicio del subterráneo a la empresa Metrovías, debido a que el próximo operador recién se conocerá en el primer semestre de 2019.

Los legisladores del oficialismo firmaron el despacho del expediente que será tratado en la sesión del jueves 6 de diciembre.

Mientras que los bloques de la oposición marcaron sus diferencias y plantearon, en cambio, una iniciativa para que el subte pase a manos de la empresa Autopistas Urbanas (AUSA), una sociedad anónima cuyo accionista principal es el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

En la actualidad, la empresa Metrovías está a cargo del manejo del servicio de subtes a través de una concesión que vence a fin de año, mientras que Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) tiene a cargo la administración de la red de subtes, su desarrollo, expansión y el control de la operación.

Puntualmente, la propuesta del Ejecutivo modifica uno de los artículos de una ley aprobada en 2017 en la que quedó establecida como fecha tope el 31 de diciembre próximo para que el nuevo concesionario se hiciera cargo del manejo de las líneas de subte y el Premetro.

El pedido apunta a prorrogar ese vencimiento hasta el 31 de diciembre de 2019, hasta tanto el nuevo adjudicatario pueda tomar efectiva posesión del servicio que transporta a más de un millón de pasajeros diariamente.

El presidente de Subterráneos de Buenos Aires, Eduardo Montmollin, concurrió la semana pasada a la Legislatura a explicar a los diputados los alcances del proyecto que remitieron al Parlamento y precisó que el próximo operador recién se conocerá en el primer semestre del 2019 en el marco del proceso de licitación que está en marcha. 

Por su parte, la legisladora del bloque Peronista María Rosa Muiños, junto con el diputado de GEN, Sergio Abrevaya, presentaron un proyecto para que la concesión pase a manos de AUSA con control de Sbase. “La idea es que se deje sin efecto el llamado a licitación y se haga cargo de la operatoria AUSA. Acompañado por Sbase, que era el operador antes que se privatizara el servicio, por lo cual tiene el equipo con experiencia”, indicó.

Y Abrevaya consideró que “el Estado no tiene por qué subsidiar las ganancias de una empresa privada que gestiona mal y, en cambio, puede desarrollar una buena gestión a manos de empresa propia”.