Vestirse bien no significa tener un armario lleno de ropa cara. Con algunas estrategias simples, es posible lograr looks elegantes sin gastar demasiado.

Uno de los trucos más efectivos es invertir en prendas básicas. Un buen jean, una camisa blanca y un blazer son piezas versátiles que combinan con todo.

Otro consejo clave es aprovechar los accesorios. Un cinturón llamativo, un pañuelo o unos buenos zapatos pueden transformar un conjunto simple en uno sofisticado.

No hace falta comprar ropa nueva constantemente. Aprender a combinar de manera creativa las prendas que ya tenés es la mejor forma de renovar tu estilo.

• Optar por colores neutros facilita la combinación y permite armar más conjuntos con menos prendas.
• Apostar por la ropa atemporal en lugar de seguir todas las modas evita gastos innecesarios.
• Aprovechar las rebajas y ferias de segunda mano es una excelente forma de conseguir calidad a menor precio.
• Mantener la ropa en buen estado lavando y guardando correctamente las prendas alarga su vida útil.

Siguiendo estos consejos, es posible vestirse bien sin hacer grandes inversiones. El estilo no se trata de gastar, sino de saber elegir y combinar con inteligencia.