Qué es el arsénico, la amenaza silenciosa que está en el agua de algunas zonas de Argentina
La presencia de arsénico en el agua afecta a decenas de municipios bonaerenses. Cuáles son los riesgos sanitarios
La presencia de arsénico en el agua de red y de pozo se convirtió en un problema sanitario urgente en la provincia de Buenos Aires y otros puntos del país. Según el relevamiento del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), 66 municipios bonaerenses registran niveles elevados del compuesto, con 41 cabeceras partidarias afectadas y 14 de ellas en zona roja por superar los valores críticos.
Qué es el arsénico
El arsénico es un metaloide que aparece de forma natural en el suelo y en las rocas, especialmente en regiones donde hubo actividad volcánica milenaria. El agua subterránea disuelve estos minerales y arrastra el contaminante hacia los acuíferos. La mayoría de los compuestos de arsénico no tienen color, olor ni sabor, por lo que solo pueden detectarse mediante análisis.
El ITBA explicó que menos de 10 ppb se considera seguro, mientras que entre 10 y 50 ppb exige vigilancia. Cuando los valores superan los 50 ppb, el agua no debe usarse para ingesta directa ni para cocinar. El informe estimó que unos cuatro millones de personas en el país podrían estar expuestas a niveles superiores a los recomendados.
Cuáles son las zonas más afectadas
Las localidades más afectadas en la provincia de Buenos Aires se concentran en el corredor de la Ruta 5 y en áreas cercanas a lagunas.
Sin embargo, los expertos remarcaron que el problema no se limita a Buenos Aires. En provincias como Santiago del Estero, Chaco, Santa Fe, Córdoba, Jujuy y Salta, la Fundación Aguas detectó niveles que superan los límites tolerados en una de cada cuatro muestras de agua subterránea.
Los riesgos sanitarios por la exposición prolongada incluyen HACRE (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico), lesiones cutáneas, problemas respiratorios y distintos tipos de cáncer. Estudios recientes también vinculan niveles bajos de exposición con mayor riesgo de enfermedad cardíaca.
Aunque la presencia de arsénico en el país es un fenómeno natural, especialistas señalaron que el monitoreo constante y el uso de agua segura resultan esenciales. Para actividades domésticas como higiene personal o lavado no hay riesgos, pero la ingesta directa sí puede generar daños. Por eso, el ITBA y distintos organismos recomiendan enviar muestras de agua a laboratorios especializados para evaluar su calidad y adoptar medidas de prevención.
