Apagones masivos en Córdoba y el norte argentino: el sistema eléctrico bajo presión
En medio de una ola de calor, Córdoba y provincias del norte sufrieron apagones masivos. La demanda eléctrica se acerca a niveles récord. Riesgos de estrés y cortes de luz en los próximos días
Córdoba y las provincias del Noreste (NEA) y Noroeste (NOA) sufrieron apagones masivos en medio de una ola de calor. La demanda de electricidad se acerca a niveles récord, lo que genera un estrés significativo en el sistema eléctrico nacional. Como ya lo había adelantado BAE Negocios: hay alerta por demanda récord de energía frente a la ola de calor.
Alfredo Camponovo, vocero de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec), afirmó a Cadena 3 que “lo que ha ocurrido ha sido una falla en el sistema de alta tensión”. La causa de la falla aún está siendo investigada, mientras el suministro permanece interrumpido para miles de usuarios.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), más de 20.000 usuarios experimentaron cortes de luz. Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), a las 15.20 se reportaron 12.387 usuarios sin servicio de Edesur y unos 8.478 de Edenor.
En cuanto a las provincias del NEA, la Secretaría de Energía de la Nación indicó que el apagón en Córdoba se debió a la salida de servicio de seis líneas de 132 kilovatios de Epec. En Formosa, Corrientes y Chaco, se registró un colapso de tensión de alrededor de 1.000 megawatts (MW) debido a la desconexión de un transformador.
La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa) había previsto que, entre las 14 y 15 de este lunes, el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) podría superar los 29.653 MW, el récord alcanzado el año pasado. A las 14, el consumo llegó a 28.559 MW, pero una caída en el NEA afectó a Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa. A las 14.40, se registró un apagón en Córdoba, sumándose a los cortes en Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy y La Rioja.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé que, a partir de este martes, se produzcan lluvias y un descenso en la temperatura, lo que podría aliviar la presión sobre el sistema eléctrico. Sin embargo, los picos de consumo suelen darse entre febrero y marzo, lo que significa que aún hay riesgos de estrés y cortes de luz en el futuro cercano.