La variante NB.1.8.1 del SARS-CoV-2 se convirtió en la nueva preocupación sanitaria global. Identificada por primera vez en Asia, ya circula en Estados Unidos y podría expandirse rápidamente por otras regiones.
Esta subvariante del COVID-19 forma parte del linaje XDV y se detectó en muestras de pacientes de China, Hong Kong y Taiwán desde marzo. A fines de abril, representaba entre el 5% y el 30% de los casos secuenciados en varios países, según informes del sistema de vigilancia viral internacional.

Especialistas en virología y salud pública señalaron que la NB.1.8.1 no genera síntomas más graves que variantes anteriores, pero su tasa de transmisión es más alta. “Parece tener una ventaja de crecimiento, lo que sugiere que se propaga más fácilmente”, explicó el profesor Subhash Verma, de la Universidad de Nevada.

En estudios preliminares de laboratorio se observó que esta variante se adhiere con mayor eficacia a las células humanas, lo que facilita su contagio. Amy Edwards, infectóloga de la Universidad Case Western Reserve, afirmó que este rasgo "la hace más transmisible, aunque no necesariamente más peligrosa".

Las señales clínicas no presentan grandes diferencias con variantes previas. Según Verma, los síntomas más comunes son:

• Fiebre
• Cansancio
• Dolor de garganta
• Tos

También se registraron cuadros con congestión nasal, dolores musculares y malestar general. La mayoría de los casos cursan con síntomas leves o moderados, aunque los sistemas de salud en China y otras zonas del sudeste asiático notificaron un repunte de hospitalizaciones en las últimas semanas.

Por el momento, no hay evidencia que indique que la NB.1.8.1 provoque una enfermedad más severa. Autoridades de Hong Kong confirmaron que la variante no difiere significativamente de otras en cuanto a gravedad, aunque destacaron la necesidad de seguir monitoreando su evolución.

La mayor preocupación de los expertos radica en su velocidad de propagación y en la posibilidad de que desplace a otras variantes dominantes, como LP.8.1 o la recombinante XFG, que circulan actualmente en América del Norte y Europa.

La variante NB.1.8.1 aparece en un contexto en el que Estados Unidos restringió el acceso a refuerzos vacunales. Solo podrán vacunarse quienes pertenezcan a grupos de riesgo —mayores de edad, embarazadas, personas con diabetes u otras enfermedades crónicas— y se requerirán nuevos ensayos clínicos para autorizar dosis para el resto de la población.

“El nuevo marco regulatorio puede retrasar la distribución y desalentar la vacunación”, advirtió Verma. La comunidad científica también manifestó preocupación por el impacto que estas decisiones pueden tener sobre la confianza en la inmunización.

Frente a la alta transmisibilidad de NB.1.8.1, expertos insisten en reforzar los cuidados básicos:

• Lavado frecuente de manos
• Uso de barbijo en espacios cerrados o muy concurridos
• Aislamiento en caso de síntomas
• Ventilación cruzada en ambientes interiores

"Si alguien tiene un poco de tos o dolor de garganta, el uso del barbijo ayuda a no contagiar a otros", recordó la doctora Edwards.