Aunque los cortes de luz son más frecuentes en verano, el uso eficiente de la electricidad es una práctica que debería mantenerse durante todo el año. La sostenibilidad energética es clave para reducir costos, disminuir el impacto ambiental y mejorar la calidad del suministro eléctrico en las comunidades.

Optimizar el consumo en los hogares no requiere grandes inversiones. Con pequeñas modificaciones en los hábitos diarios, es posible ahorrar energía y contribuir al uso responsable de este recurso tan valioso.

 

Hábitos sostenibles para un consumo eficiente de electricidad

• Sustituir lámparas incandescentes por LED, que consumen menos y duran más.
• Desconectar cargadores y aparatos electrónicos que no se estén utilizando.
• Lavar ropa con agua fría y priorizar el uso de ciclos cortos en el lavarropas.
• Usar electrodomésticos en horarios no pico para reducir la carga sobre el sistema eléctrico.

Inversiones a largo plazo para ahorrar energía

• Mejorar el aislamiento térmico de la vivienda para minimizar el uso de calefacción o refrigeración.
• Adquirir electrodomésticos con etiquetas de bajo consumo energético.
• Considerar la instalación de paneles solares para generar energía propia y disminuir la dependencia de la red eléctrica.

Estas prácticas son especialmente útiles en momentos de alta demanda, pero su implementación durante todo el año genera beneficios económicos y ambientales significativos.