¿Detectar de enfermedades antes de nacer? Este avance científico lo hace posible
Científicos descubrieron una forma de detectar la gravedad de enfermedades antes del nacimiento, a través de miniórganos humanos
Se pueden atacar enfermedades congénitas a partir del estudio de muestras obtenidas de la interrupción de embarazos. Al menos, así es como se hacía antes de la experimentación con miniórganos, un tipo de herramienta de estudio que permite predecir la gravedad de enfermedades congénitas antes del nacimiento.
Un grupo de científicos británicos logró obtener células madre de una mujer embarazada y crear con ellas copias de los organoides del feto. Mattia Gerli, biotecnólogo de la Universidad de Londres, aseguró que, "hasta ahora, no había forma de crear organoides en embarazos activos, solo si había un aborto”. Un organoide es una versión muy pequeña de un órgano producido in vitro para ver su microanatomía.
27 científicos y médicos de Reino Unido, Italia y Bélgica demostraron que estas réplicas reproducen los rasgos moleculares de diversas enfermedades, por lo que la idea es usar los organoides como herramienta de diagnóstico antes de que sea demasiado tarde para operar al feto y elegir el mejor tratamiento farmacológico entre los disponibles. Los resultados de esta novedosa investigación fueron publicados en la revista británico-estadounidense Nature Medicine.
Qué son los miniórganosLos miniórganos son copias tridimensionales de los órganos de un feto. Comienzan siendo una sola célula madre microscópica que luego se multiplica sobre una placa de cultivo de laboratorio hasta formar miniaturas de intestinos, corazones o cerebros.
El intestino, los riñones y los pulmones del gestante abren la posibilidad de diagnosticar y tratar enfermedades congénitas antes del nacimiento y estudiar etapas del desarrollo humano difíciles de acceder con otras técnicas.
Uno de sus usos experimentales más prometedores es reproducir los órganos de un paciente para elegir el tratamiento más adecuado con su perfil genético y el de su enfermedad, especialmente si se trata de cáncer.
Hasta ahora se habían fabricado miniórganos a partir de células madre extraídas de embriones o de células adultas reprogramadas, pero nunca antes de fetos vivos que se están desarrollando dentro del útero.
Amniocentesis: la gran innovaciónEl equipo de Gerli lo consiguió usando el líquido amniótico que envuelve al feto dentro del vientre de la madre. Analizaron muestras de este fluido de 12 mujeres embarazadas y, a través de su análisis molecular, se pudieron identificar células madre epiteliales que se habían desprendido del feto.
Cultivadas en el laboratorio, cada una de esas células comenzó a multiplicarse y crecer hasta formar miniriñones, minintestinos y minipulmones funcionales de hasta un milímetro de diámetro. Todo el proceso tarda apenas cuatro semanas. El resultado son pequeñas bolitas que emulan en tiempo real los órganos en crecimiento del futuro recién nacido.
¿Cómo es el proceso de la amniocentesis?La amniocentesis se suele realizar entre las semanas 14 y 22 del embarazo y requiere usar una aguja larga que atraviesa el abdomen y llega hasta el útero materno.
Aunque la técnica está muy perfeccionada, el riesgo de perder el bebé es de hasta uno de cada 100 embarazos. Por eso solo se usa como método de confirmación ante posibles malformaciones o trastornos genéticos previamente detectados con pruebas no invasivas.
Un nuevo horizonte para la medicina prenatal“Esperamos que nuestro trabajo abra nuevas posibilidades en medicina prenatal”, resaltó Gerli. El investigador asegura que las técnicas para crear estos órganos no son complejas ni caras y defiende la idea de crear bancos de células madre de líquido amniótico, ya que cada año miles de madres se someten a este tipo de técnica diagnóstica.
Los diminutos órganos creados por este equipo reproducen el estado de los órganos del gestante entre los cuatro y los ocho meses y medio de embarazo. Esto abre la posibilidad sin precedentes de estudiar el desarrollo en etapas muy avanzadas sin poner en riesgo la salud del futuro bebé ni de la madre.
Para la bióloga e investigadora del Instituto de Bioingeniería de Cataluña, Nuria Montserrat, este procedimiento "abrió un campo nuevo al usar un nuevo tipo de células para crear organoides”, que permiten hacer experimentos rápidos y difíciles por otros medios, como ver la entrada del coronavirus en células humanas.
“Ya no suena tan raro usar organoides en investigación y medicina”, dijo Montserrat, quien además se desempeña como coordinadora de la plataforma de Biomodelos y Biobancos. Una entidad que generó más de un millón de muestras en 2022.
“De cara al futuro es muy interesante la creación de biobancos de líquido amniótico para tratamientos de medicina de precisión en enfermedades raras y congénitas”, dijo, aunque, según explicó, “en el caso de los minirriñones, no son tan complejos como los generados con técnicas previas”.
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