Activistas, profesionales y consumidores aseguran que el veganismo "no para de crecer" y destacan que este tipo de alimentación basada únicamente en plantas, es más sostenible, por lo cual ayuda a combatir el cambio climático, al celebrarse este 1 de noviembre el Día Mundial de esta práctica que excluye el consumo de productos animales.

Según Naciones Unidas, una alimentación basada en plantas tiene una menor intensidad de gases de efecto invernadero en comparación una dieta de origen animal, por lo cual su adopción ayudaría a frenar el cambio climático.

"Más de un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la humanidad se relacionan con los alimentos. Los alimentos de origen animal, especialmente las carnes rojas, los productos lácteos y los crustáceos de piscifactoría, se asocian habitualmente con las mayores tasas de emisión", advirtió la ONU en su web y explicó que los alimentos de origen vegetal "suelen usar menos energía, terrenos y agua".

"El veganismo no para de crecer, la tendencia es irreversible. El veganismo explota en todo el mundo y Argentina no es la excepción, por más que tenga una tradición fuertísima con el consumo de carne", dijo a Télam Manuel Alfredo Martí, fundador y presidente la Unión Vegana Argentina (UVA).

Martí explicó que "hoy es mucho más fácil" llevar esta alimentación gracias a que hay dietéticas en los barrios, opciones veganas en los restaurantes, establecimientos gastronómicos específicos y miles de productos certificados de origen vegetal en los supermercados. "Acá lo que manda es la demanda, el consumidor vegano está obligando a las empresas a que se empiecen a reconvertir", aseveró el activista.

Según el último estudio realizado en 2020 por la UVA, la población vegana y vegetariana en Argentina había llegado al 12%.

En tanto la última edición de la investigación Taste Tomorrow, realizada por el sitio Puratos en base a consultas con más de 20.000 personas en 50 países, revela que "el 53% de los argentinos muestra un interés creciente en las opciones a base de plantas, especialmente en productos de panadería y repostería".

"Estamos ante un crecimiento impresionante", aseguró Martí y sostuvo que el veganismo "es una posición ética que rechaza el uso y la explotación de los animales para cualquier fin".

Mitos y errores

Maximiliano Vasconcel, de 34 años y oriundo de Pilar, Buenos Aires, es vegano hace un año y comentó que su proceso fue escalonado y que "hoy en día es más simple porque hay muchos productos y páginas de redes sociales con recomendaciones". 

Sergio Britos,  Licenciado en Nutrición y Director de CEPEA -entidad que, aclara, no es especialista en alimentación vegana pero se dedica a investigar patrones alimentarios y su relación con la salud y nutrición- señala:  "Claramente hay cada vez más acuerdo en la ciencia que avala la progresión de una alimentación muy centrada en carnes hacia modelos más vegetales. En ese sentido, una creencia o fake new es que una dieta vegana es incompleta e insuficiente y por lo tanto no aconsejable. No es así, alguien que lleva adelante, de manera cuidada y bien planificada un patrón vegano perfectamente puede llevar una alimentación suficiente y de buena calidad. La única excepción es la ingesta de vitamina B12, excluyentemente presente en alimentos de origen animal y que por lo tanto debe ser suplementada, y la vitamina D en quienes no consumen nada de lácteos".

El profesional, que será orador de los cursos de la plataforma de educación alimentaria Comer Mejor, agrega: "El falso concepto de la insuficiencia de la dieta vegana debe a esta altura ya desterrarse. Eso incluye a la idea de que las proteínas vegetales no son tan buenas o completas como las animales".