El perro de Joe Biden es famoso y no solo por ser la mascota del presidente de Estados Unidos, sino por tener una larga lista de víctimas; ya fueron por lo menos siete las personas que mordió entre finales del 2022 y principios de 2023, y todas pertenecientes al Servicio Secreto. Este lunes, el cachorro Commander volvió a atacar a otro oficial de la Casa Blanca.

"Ayer, alrededor de las 8 de la tarde, un oficial de policía de la División Uniformada del Servicio Secreto entró en contacto con una mascota de la Primera Familia y fue mordido", expresó el comunicado enviado este martes por Anthony Guglielmi, portavoz del Servicio Secreto. Agregó: "El oficial fue atendido por personal médico en el complejo".

Además, una portavoz de la prima dama, Jill Biden, reiteró este miércoles su declaración de julio, de que la familia está trabajando para abordar el problema, y se negó a dar detalles sobre qué medidas piensan tomar al respecto. "La Casa Blanca puede ser un ambiente estresante para las mascotas de la familia y la Primera Familia continúa trabajando en formas de ayudar a Commander a manejar la naturaleza a menudo impredecible de los terrenos de la Casa Blanca", dijo Elizabeth Alexander.

El cachorro ovejero alemán, Commander, llegó a la Casa Blanca en 2021 como regalo del hermano de Joe Biden, James Biden, y desde entonces tiene registradas a por lo menos ocho personas que mordió, según informes obtenidos por el grupo conservador Judicial Watch. Otros incidentes conocidos incluyen persecución y ladridos agresivos. 

Los documentos revelaron que el incidente más grave documentado se produjo en noviembre, cuando Commander mordió a un oficial del Servicio Secreto, sin provocación, en la parte superior del brazo y el muslo derecho, por lo cual requirió hospitalización por sus heridas.

Los perros de Biden, enemigos de las agentes de seguridad de La Casa Blanca

Las reacciones del pastor alemán generaron distintas opiniones entre los agentes del Servicio Secreto. Algunos, inquietos, llegaron a plantear la cuestión como "preocupante" en distintas reuniones, pidiendo una capacitación para la mascota del presidente. Otros reportaron que no tuvieron problemas con Commander, que muchas veces se mostró "juguetón y amistoso". 

Además de Commander, el ovejero alemán mayor de los Biden, Major, también fue causante de mordeduras, incluidas dos en marzo de 2021. También fueron destinadas a los miembros de seguridad de La Casa Blanca.

Por esto, los Biden lo enviaron a la casa del presidente en Delaware y luego, con la llegada de Commander, lo mandaron a vivir con amigos de la familia, "en un entorno más tranquilo". Aún no se sabe si el destino de Commander será el mismo.