El sueño italiano: qué debe hacer un argentino para jubilarse en Italia

La jubilación en Italia atrae a miles de argentinos. Ciudadanía por descendencia o residencia electiva son los caminos para hacer realidad ese sueño

BAE Negocios

Italia concentra historia, arte, cultura y paisajes que atraen a jubilados de todo el mundo. Sus 60 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la gastronomía mediterránea y un clima templado durante gran parte del año hacen que la idea de instalarse allí resulte tentadora.

Además de sus ciudades icónicas —Roma, Florencia, Venecia, Milán—, el país ofrece alternativas menos turísticas: pueblos de montaña en los Apeninos o los Alpes, playas sobre el Adriático y el Mediterráneo, y aldeas rurales que mantienen intactas sus tradiciones.

Ventajas para argentinos con raíces italianas

Una diferencia central con otros países es que muchos argentinos pueden acceder a la ciudadanía italiana por descendencia. Al obtenerla, desaparecen las trabas migratorias: se puede residir, trabajar y jubilarse en Italia con los mismos derechos que un ciudadano local.

Para quienes no califican por ascendencia, existe la visa de residencia electiva, pensada para personas con ingresos pasivos estables (jubilaciones, alquileres, dividendos). Este permiso no se otorga a cualquiera: es requisito demostrar ingresos de al menos 32.000 euros anuales por persona, regulares y comprobables. No sirven ahorros aislados ni promesas de futuros ingresos.

En la práctica, entonces, hay dos caminos claros:
  • Con ciudadanía italiana: no se exige demostrar ingresos mínimos.
  • Sin ciudadanía: se puede solicitar la residencia electiva, siempre que se acrediten esos ingresos de 32.000 euros anuales (más si se trata de un matrimonio o familia).
Costos, impuestos y beneficios Los residentes fiscales en Italia pagan impuestos sobre sus ingresos mundiales:
  • Impuesto nacional: entre el 23% y el 43%.
  • Regional: de 1,23% a 3,33%, según la región.
  • Municipal: de 0% a 0,9%.

La buena noticia es que Argentina e Italia tienen convenio para evitar la doble imposición, lo que impide que el mismo ingreso tribute dos veces.

También existen beneficios: quienes compran su primera vivienda en Italia no pagan impuestos de adquisición, y hay programas en pueblos pequeños que venden casas a precios simbólicos para atraer nuevos residentes.

Desafíos a tener en cuenta

El idioma sigue siendo clave: para integrarse a la vida social italiana es necesario aprenderlo, más allá de que muchos argentinos tengan abuelos que lo hablaban.

Los grandes centros urbanos como Roma o Milán son caros y reciben millones de turistas cada año, lo que puede dificultar la vida cotidiana. En cambio, pueblos y ciudades medianas ofrecen mayor tranquilidad y costos más bajos.

La distancia es otro punto: los vuelos desde Argentina son largos y caros, lo que obliga a planificar con cuidado los viajes de regreso.

Un sueño posible

Para miles de argentinos con raíces italianas, jubilarse en Italia no es solo una fantasía sino una posibilidad concreta. Ya sea a través de la ciudadanía o de una residencia electiva, el país abre sus puertas a quienes buscan pasar esta etapa de la vida rodeados de historia, buena comida y el inconfundible ritmo de la “dolce vita”.

Esta nota habla de: