La Catedral Metropolitana de Buenos Aires será sede de un memorial permanente en homenaje a Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril en el Vaticano. Así lo anunció el rector del templo porteño, Alejandro Russo, al término de la misa por el primer mes del deceso del exarzobispo de Buenos Aires, a quien ya se lo nombra como "el Papa del Pueblo".

El espacio se construirá en la capilla dedicada a los santos Pedro y Pablo, ubicada a la derecha del atrio central de la Catedral, y tendrá como objetivo convertirse en un recordatorio perpetuo de la figura del primer Papa argentino y latinoamericano de la historia.

Una ubicación con sentido simbólico

La elección del lugar no fue azarosa. Según explicó Russo, la capilla de Pedro y Pablo "tiene que ver con la Iglesia de Roma", lo que permite trazar un puente espiritual y simbólico entre la Arquidiócesis de Buenos Aires y la sede vaticana, desde donde Bergoglio lideró la Iglesia durante más de una década.

"Este memorial se levantará para manifestar nuestro afecto familiar al Papa, además de nuestra adhesión al Sumo Pontífice, pero también para que todas las generaciones siguientes puedan recordar la figura de aquel al que ya se le está diciendo el 'Papa de los Pueblos'", expresó el sacerdote frente a los fieles.

Una obra del pueblo, para el Papa del Pueblo

Para costear la iniciativa, el Arzobispado anunció la apertura de una billetera virtual y la instalación de una alcancía en el templo para recibir donaciones. También se habilitó un código QR de Mercado Pago y una cuenta bancaria, con el objetivo de permitir la participación de todos los fieles y simpatizantes que siguen las misas a través de YouTube y redes sociales.

"Este memorial perpetuo del Papa será un homenaje del pueblo entero. Lo hacemos con el afecto y con el honor, insisto, de que el décimo primer arzobispo de Buenos Aires fue elevado, nada más ni nada menos, al insigne honor de ser sucesor del apóstol Pedro", concluyó Russo.

Una vida marcada por la cercanía y la justicia social

Nacido en el barrio de Flores el 17 de diciembre de 1936, Jorge Bergoglio fue ordenado sacerdote jesuita y recorrió un largo camino en la Iglesia hasta ser designado arzobispo de Buenos Aires en 1998. En 2013 fue elegido como el 266° Papa de la Iglesia Católica, adoptando el nombre de Francisco y transformándose en el primer pontífice no europeo en más de 1200 años.

Su legado incluyó la encíclica Laudato Si’, sobre el cuidado del ambiente, una intensa defensa de los migrantes, los pobres y los ancianos, y un llamado constante a construir una Iglesia más cercana a la gente.

El memorial en la Catedral busca consagrar ese legado allí donde todo comenzó: en el corazón de la ciudad que lo vio nacer y crecer como pastor. Un rincón eterno para el Papa que supo caminar entre el pueblo.