Instagram es "nocivo" para 1 de cada 3 adolescentes y Facebook lo sabía
Una investigación interna de la empresa de Mark Zuckerberg llegó a la conclusión de que la red social de fotografías genera efectos adversos en la percepción que las jóvenes tienen de sus cuerpos, que incluso agudiza tendencias suicidas. La compañía conocía las conclusiones del estudio desde 2019. Sin embargo, en su comunicación oficial minimizó el impacto
Una investigación de The Wall Street Journal reveló que Facebook, dueña de Instagram, tenía conocimiento del impacto nocivo que la aplicación de fotografías tiene en los usuarios adolescentes. “Empeoramos el problema de imagen corporal de una de cada tres adolescentes”, resumieron desde la empresa en una presentación interna en 2019.
“El 32% de las adolescentes dijo que cuando sienten problemas con su cuerpo, Instagram las hace sentir peor”, señalaron los investigadores de Facebook ante ejecutivos en marzo de 2020. El estudio se realizó en base a “focus groups”, encuestas en línea y análisis de diarios personales que comenzaron hace tres años y rápidamente dieron cuenta de los efectos perjudiciales.
“Las adolescentes culpan a Instagram del aumento de casos de ansiedad y depresión”, explicitaron los responsables de la investigación y subrayaron que esa respuesta fue “una reacción espontánea y generalizada en todos los grupos analizados”.
Un resultado que alertaron los informes está vinculado al reconocimiento por parte de adolescentes de tendencias suicidas generadas por el consumo de la aplicación: El 13% de las jóvenes británicas y el 6% de las estadounidenses afirmaron que su deseo de quitarse la vida se debía a Instagram, afirmó el análisis. Las investigaciones se replicaron durante los años siguientes esperando datos diferentes. Sin embargo, los datos no mostraron grandes diferencias.
La reacción de Facebook e Instagram
Las investigaciones de The Wall Street Journal señalaron que la empresa hizo poco para intentar resolver o mitigar los efectos dañinos sobre la salud mental de las adolescentes. En simultáneo, tal como hizo el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, la compañía minimizó las consecuencias explicitadas en los documentos.
Por ejemplo, este año Zuckerberg acudió una audiencia parlamentaria donde desestimó los efectos nocivos en la salud mental e incluso subrayó la importancia de las redes sociales. “Las investigaciones que hemos visto muestran que usar aplicaciones sociales para conectarse con otras personas puede ser beneficioso y positivo para la salud mental”, aseguró.
Por su parte, el ejecutivo de Instagram, Adam Mosseri, consideró que el efecto es “bajo”, aunque procuró no relativizarlos: “De ningún modo pretendo minimizar esos problemas. Algunos de los problemas que se mencionan tal vez no sean generalizados, pero no por eso dejan de tener un gran impacto en algunas personas”, agregó.