Meta Platforms, empresa matriz de Facebook e Instagram, implementará un cambio significativo en la gestión de las cuentas de usuarios menores de 18 años en Instagram. Las nuevas medidas se enfocan en reforzar los controles parentales y de privacidad, en respuesta a la creciente preocupación por los efectos negativos de las redes sociales.

 

Instagram y Facebook para adolescentes

A partir de esta actualización, todas las cuentas de menores de edad serán automáticamente designadas como "Cuentas de adolescentes", lo que implica:

• Serán privadas por defecto. 
• Solo podrán recibir mensajes y ser etiquetados por cuentas con las que hayan conectado previamente
• El contenido sensible se limitará al nivel más restrictivo disponible
• Tendrán 60 minutos de uso diario de la plataforma
• Por la noche, un modo de suspensión silenciará las notificaciones de manera automática

Los menores de 16 años solo podrán modificar la configuración con autorización parental. Del mismo modo, los padres tendrán acceso a herramientas que les permitirán monitorear con quién interactúan sus hijos y limitar el uso de la aplicación. 

Cuándo se van a implementar

Meta anunció que estas modificaciones se aplicarán dentro de los próximos 60 días en mercados clave como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia. En la Unión Europea, las nuevas cuentas de adolescentes estarán disponibles antes de finalizar el año.

El resto del mundo verá esta implementación en enero del próximo año.

Por qué tomaron esta medida

Este anuncio ocurre en un contexto de crecientes críticas hacia Meta, Google y ByteDance, propietarios de YouTube y TikTok respectivamente, quienes enfrentan cientos de demandas por los efectos nocivos de sus plataformas, acusadas de fomentar la adicción y agravar trastornos como la depresión y la ansiedad en adolescentes. El año pasado, 33 estados de Estados Unidos demandaron a Meta por ocultar los riesgos de sus plataformas.

En paralelo, el Senado de Estados Unidos impulsa dos proyectos de ley que responsabilizarán a las redes sociales por su impacto en la salud mental de niños y adolescentes, reforzando la presión sobre las principales empresas tecnológicas.