La Fontana de Trevi tendrá una pasarela que permitirá regular el número de turistas

Se realiza mantenimiento de cara a la celebración del Jubileo. El clásico lanzamiento de moneda se realizará en una cesta y evalúan el cobro de una entrada. 

BAE Negocios

La Fontana di Trevi comenzó ayer sus obras de limpieza y mantenimiento e instalará una pasarela que servirá de prueba para gestionar el flujo de turistas y valorar, posteriormente, el posible pago de una entrada.

Así lo explicó el alcalde de Roma, Alberto Gualtieri, en declaraciones dirigidas por medios locales como La Repubblica. Hasta la instalación de la pasarela, prevista para dentro de un mes, el monumento podrá seguir siendo visitado a través de unos paneles transparentes. 

En su intervención, Gualtieri señaló que "la obra y la pasarela, en particular, serán una oportunidad para probar los métodos de acceso de cuota y el número máximo de personas que podrán permanecer dentro de la cuenca inferior, siendo de acceso libre la parte superior de la plaza". La instalación brindará también "un modo único de ver el monumento desde más cercana",

Además, el mandatario no descarta la introducción de un ticket de entrada, sólo para los turistas de fuera de la ciudad. "Lo estamos estudiando, pero una pequeña contribución para los gastos de gestión parece sensata", añadió. 

El concejal de Turismo, Alesandro Onorato, planteó recientemente cobrar 2 euros a los visitantes de este monumento, todo un icono de Roma, para "garantizar una experiencia única" a sus más de 10.000 visitantes diarios, levantando una polvareda de opiniones diversas.

En concreto, según indicó Europa Press, la pasarela tendrá un número limitado de turistas y el clásico lanzamiento de la moneda se realizará en una cesta dentro del mismo pasillo. Será a finales de diciembre cuando finalizarán las obras de la Fontana Di Trevi, con la retirada también de la pasarela, de cara al Jubileo, celebración que comienza el 24 de ese mismo mes (durante todo el 2025 se espera la llegada de alrededor de 30 millones de peregrinos por la celebración del Año Santo). Esto, según el regidor, ofrecerá la oportunidad de "estudiar mejor la gestión de las filas, de los flujos de turistas y del personal que se necesita para mejorar la experiencia".

Desde ese momento se establecerá una nueva regulación del flujo de turistas, con un número limitado, sin vallas ni tornos, y los recepcionistas serán los encargados del acceso al monumento. La reapertura irá acompañada de un refuerzo de los controles, para evitar que la gente se detenga a comer, aunque sin limitación de tiempo ni prohibición de sentarse. 

Además, la Fontana di Trevi no será la única fuente afectado por las obras en esta fase. En noviembre concluirán las obras en las de la plaza Farnese, Bocca della Verità, Plaza de la Rotonda, frente al Panteón, y en las fuentes laterales de la Plaza Navona. Por su parte, la de la Plaza de los Cuatro Ríos se cerrará en diciembre. 

El objetivo de las medidas que limitan el flujo de visitantes es conseguir un turismo "más responsable, lento, que respete la ciudad y que los turistas tengan un recuerdo positivo", señaló Onorato. En todo el mundo se realizan reclamos de los habitantes de las principales capitales turísticas para que se contenga de alguna forma el aluvión de viajeros y se proteja así el lugar.  En Barcelona, por ejemplo, en una acción polémica, los manifestantes llegaron hasta arrojarle agua a los veraneantes. 

No es la primera vez que una pasarela cruza el vaso de la Fontana de Trevi sino que también se colocó durante los casi 17 meses de su última limpieza, concluida en noviembre de 2017 con el mecenazgo de la firma romana Fendi, que en 2016 celebró sus 90 años de historia con un desfile sobre sus aguas dirigido por Karl Lagerfeld.

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