Un grupo de vecinos de Boulogne protagonizó una movilización para exigir que un predio de más de diez hectáreas se convierta en parque público y no en un desarrollo inmobiliario, como proyecta el actual dueño privado del terreno. El espacio reclamado pertenecía al Arsenal "Esteban de Luca", vinculado al Ejército, y desde 2008 está en manos privadas.

La marcha partió desde la estación de Boulogne y se dirigió hacia el predio ubicado en la intersección de avenida Rolón e Ipiranga. La iniciativa fue organizada por la Asamblea de Vecinos, que reclama la preservación del espacio como área verde de acceso libre, frente al avance del cemento y la especulación inmobiliaria.

"Esperamos que se ponga en agenda con la importancia y la urgencia que merece este tema", expresó Francisco Neyra, integrante de la asamblea, en diálogo con Qué Pasa, medio local de San Isidro. El dirigente vecinal también advirtió que actualmente existe un permiso de obra, pero la comunidad exige que se anule y que se abra una instancia de participación ciudadana. Por eso dirigen el reclamo a la intendencia de Ramón Lanús.

El reclamo pone en evidencia un conflicto urbano que se repite en distintas localidades del conurbano: el uso del suelo como disputa entre intereses privados y el derecho a la ciudad. La Asamblea insiste en que se trata de una oportunidad histórica para sumar un gran parque público en una zona densamente urbanizada, donde el acceso a espacios verdes es escaso.

En los últimos años, San Isidro —como otros municipios del AMBA— fue escenario de múltiples tensiones entre desarrolladores y comunidades que buscan preservar su entorno. En este caso, los vecinos apelan a frenar un negocio inmobiliario para ganar un pulmón verde.

El predio en los terrenos adyacentes al Batallón de Arsenales 601, sobre la estratégica avenida Rolón y a muy pocas cuadras de la estación Boulogne tiene unas 11 hectáreas y hay una obra que ya está avanzando para construir un barrio privado. A cambio, la empresa desarrolladora ofrece dejar apenas una franja de 22 metros de ancho, sobre el frente del lugar, para ser utilizada por los vecinos como espacio verde.

"Si deja de existir este pulmón verde se perdería la última posibilidad para Boulogne de que exista un parque público. Es muy necesario que se conserve, somos 73.000 habitantes en 475 manzanas y en toda esa superficie apenas hay alguna placita muy chiquita. Después, de verde, nada", resumió Paco, uno de los jóvenes que se reúnen semanalmente en la esquina de Rolón y Juramento. Allí se realizan las asambleas vecinales cuyo contenido se vierte después en las redes sociales bajo el hashtag #BoulogneVerde.

"Desde el municipio dicen que el predio es privado, pero desde allí a la vez promocionan que van a hacer un parque público, lo que es contradictorio. Sabemos que están apoyando la construcción de este barrio privado. Si el intendente tuviera voluntad política, podría hacer un parque público o pedir el apoyo de la provincia para comprar el predio", resumieron los vecinos.

"Es una gran tristeza, porque no se está teniendo en cuenta lo que podría pasar si esto se llena de cemento. Ya vimos lo que sucedió en Bahía Blanca con las inundaciones; al haber menos superficie verde, hay menos absorción del agua de lluvia y el agua que no se retenga en este espacio iría a parar al barrio Bajo Boulogne. No se piensa en el futuro", contó Yesica, otra de las asambleístas.

Los vecinos recordaron que el barrio no cumple con los estándares de vida saludable que marca la ONU, ya que la cantidad de espacio verde por habitante es menor a la recomendable. Mientras tanto, aguardan que en la Municipalidad de San Isidro tomen nota de sus necesidades y hagan algo.