Septiembre de 2024 registró un calor sin precedentes a nivel global, con temperaturas que superaron los niveles promedio de las últimas tres décadas. Este dato fue publicado por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, que también reportó que Europa vivió su segundo septiembre más cálido desde que se llevan registros.

 

Evidencia del calentamiento global

El análisis de Copernicus revela que la temperatura media global en septiembre de 2024 fue 0,93 grados Celsius superior al promedio del período 1991-2020. En Europa, la temperatura fue 2,51 grados superior a la media, solo por debajo de septiembre de 2016.

Estos datos reflejan un impacto claro del cambio climático, con un aumento sostenido de las temperaturas a lo largo del año, en línea con las tendencias observadas en años anteriores. En este contexto, los expertos señalan que los patrones climáticos extremos, como las olas de calor, serán más frecuentes y prolongados.

 

 

Aumento del nivel del mar y crisis climática

El programa Copernicus reveló datos preocupantes respecto a los hielos árticos y los glaciares en septiembre de 2024, en el contexto de las temperaturas globales cada vez más elevadas. Según los informes preliminares, el hielo marino del Ártico alcanzó su sexto nivel más bajo en la historia registrada, con una extensión un 19% por debajo del promedio histórico. Esta cifra forma parte de una tendencia a la baja que se mantuvo en las últimas décadas, con una pérdida promedio de un 12.4% por década desde 1979.

En el Ártico, las concentraciones de hielo fueron especialmente bajas en los mares periféricos, agravadas por las temperaturas anormalmente altas. Este retroceso del hielo ártico tiene consecuencias no solo para la biodiversidad polar, sino también para el aumento del nivel del mar, que afecta a las comunidades costeras globales.