Vivir en el fondo del pozo es la odisea que padecen los vecinos de la localidad de La Ñata, en el partido de Tigre, desde hace muchos años. Una realidad extrema que recrudece en cada jornada de tormenta, y que los vecinos vinculan con las construcciones irrestrictas de barrios privados. Por esta razón, los residentes de la zona realizaron todo tipo de reclamos, incluso cortes de calle, pero que no han llamado la atención del municipio.

Cuando el 17 de diciembre un temporal arrasaba con árboles, postes de electricidad, techos, y todo lo que estuviera en su horizonte, en Villa La Ñata predijeron lo peor. Pero, ya acostumbrados a encomendarse a Dios ante fenómenos climáticos similares, los propios vecinos se conformaron con un "pudo ser peor". Aunque, al mismo tiempo, reconocieron, con resignación, que el agua ascendió a niveles alarmantes, ingresando en muchas viviendas.

Al respecto, María Zapata, quien vive en dicho punto del distrito de Tigre, detalló que "somos conscientes de que es un lugar inundable. Las compuertas del barrio no son adecuadas, y la altura de los barrios privados de la zona nos dejó viviendo en un pozo". En este sentido, Yamila remarcó que "todo el barrio es un desastre hace once años vivo acá y nunca hubo ningún tipo de mejoras".

El "desastre" y "las mejoras" de las que carecen en La Ñata, según la mencionada mujer, se vinculan con el pésimo estado de las calles Coronel Vilela, Jorge Goyechea, Margarita Bonelos y Belgrano. En algunos de estos accesos, Yamila reveló que "los rellenamos entre todos los vecinos, hasta que no nos dejaron entrar más volquetes". Por su parte, María aseguró que "las obras van para el lado de los countries o de las zonas turísticas".

Justamente en referencia a las refacciones de los accesos, los habitantes de La Ñata adjudican las inundaciones a la no intervención del intendente Julio Zamora y del resto de las autoridades municipales. En referencia a ello, Yamila consideró que "el asfalto hubiese menguado la crecida del agua, posiblemente evitar que llegue a las casas".

Otros causales de la avanzada del río Lujan sobre el barrio radican en haber tapado los humedales, con el fin de edificar los barrios privados, y la altura de estos, mucho más elevada que las viviendas externas. En relación con este aspecto, María brindó un elocuente testimonio, al manifestar que estos complejos "están a dos metros de altura. Me pongo muy triste cada vez que tomo el colectivo en la ruta y atrás tuyo se ubican los countries, sobre tu cabeza".

Pero la ausencia municipal también se cristaliza en materia de seguridad, faceta en la cual los robos al voleo, "motochorro" o entraderas están a la orden del día. En este sentido, María enfatizó que "exigimos una reunión con la policía y el municipio por los robos en la zona. Sin embargo, terminamos los mismos vecinos saliendo a correr a los delincuentes que se quisieron meter en una casa". No obstante, los maleantes suelen darse a la fuga y esconderse en la misma Villa La Ñata y en localidades aledañas.

Diferentes muestras de problemáticas sin resolverse que impulsan a los propios vecinos a autodenominarse "los olvidados de Tigre", dado que la intendencia no ha dado señales de intentar atender dichos asuntos.