Vida cotidiana

"Tolerancia cero": cómo mantener a los ratones alejados de tu casa

Aprendé a identificar señales de infestación y conoce las mejores estrategias para mantenerlos alejados, desde la prevención hasta el control profesional. Proteger tu salud y tu vivienda es posible con medidas adecuadas y un enfoque de "tolerancia cero" ante estos roedores.

BAE Negocios

Encontrar ratones en casa es una experiencia indeseada, especialmente durante los meses fríos cuando buscan refugio en interiores.

Estos roedores no solo son una molestia, sino que también representan un riesgo para la salud y la integridad de la vivienda.

Los expertos en control de plagas recomiendan aplicar un enfoque de "tolerancia cero" ante la aparición de un solo roedor, ya que su presencia puede indicar un problema mayor.

Los ratones buscan refugio cuando las temperaturas bajan, colándose por grietas, desagües o huecos en las paredes.

No siempre se debe a la falta de limpieza; basta con una rendija o una bolsa de comida mal cerrada para que encuentren lo que necesitan.

Detectar una infestación a tiempo es crucial. Los primeros indicios pueden ser sutiles: ruidos nocturnos, heces del tamaño de un grano de arroz, muebles o cables roídos, o manchas oscuras en paredes y suelos.

 

Los remedios caseros no funcionan

A pesar de su popularidad, los remedios caseros como el uso de menta o lavanda no tienen base científica para ahuyentar a los ratones. Además, el uso incorrecto de rodenticidas puede ser peligroso para niños, mascotas y fauna silvestre. La mejor estrategia combina prevención, limpieza y control profesional. Sellar accesos, mantener el orden y usar trampas o ultrasonidos son medidas efectivas. Si la infestación persiste, es recomendable llamar a profesionales para una inspección y tratamiento seguro.

La presencia de ratones no solo genera incomodidad, sino que también pueden transmitir enfermedades como leptospirosis o salmonelosis. Además, pueden causar daños materiales al roer cables eléctricos, tuberías, muebles o alimentos almacenados, aumentando el riesgo de cortocircuitos e incendios. En entornos rurales, afectan a cultivos y fauna autóctona si no se controlan a tiempo.

Para prevenir su regreso, es esencial mantener la constancia. No se deben tirar restos de comida por el inodoro ni dejar basura fuera de los contenedores. Reparar fugas de agua, revisar falsos techos y mantener tanto el interior como el entorno exterior limpios son medidas clave. Los profesionales recomiendan un mantenimiento preventivo en viviendas y comunidades de vecinos, ya que la vigilancia periódica es la forma más eficaz de detectar cualquier foco a tiempo y actuar antes de que se convierta en una plaga.

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