Un "pequeño error" en su hamburguesa casi lo mata y ahora podría ganar un millón de dólares
Un hombre en Estados Unidos inició acciones legales tras sufrir una reacción que lo llevó al hospital. Reclama hasta un millón de dólares
Una cadena de hamburguesas enfrenta una demanda millonaria en Texas tras un incidente que, según la denuncia, pudo haber terminado en tragedia. Demery Ardell Wilson, un cliente con alergia severa a la cebolla, pidió expresamente que su comida no incluyera ese ingrediente. El pedido no fue respetado, y el resultado fue una reacción alérgica que lo llevó de urgencia al hospital.
El hecho ocurrió el 24 de julio del año pasado en una sucursal no identificada de Whataburger. Días atrás, el 25 de abril, Wilson presentó una demanda ante el Tribunal del Distrito Judicial 269 del Condado de Harris, en Houston, alegando que el restaurante actuó con negligencia y entregó un alimento en condiciones “irrazonablemente peligrosas”.
El documento judicial no detalla cuál fue el plato involucrado, aunque se presume que podría haber sido la hamburguesa insignia de la marca, que incluye cebolla picada como uno de sus ingredientes. Wilson sostiene que el producto presentaba un “defecto de fabricación” al no cumplir con su solicitud expresa.
La compensación económica solicitada oscila entre los 250.000 y el millón de dólares, aunque el demandante dejó abierta la posibilidad de elevar ese monto a medida que avance el proceso judicial y se incorporen nuevas pruebas.
Whataburger respondió a la denuncia el 16 de mayo. En su escrito, negó conocer que los alimentos entregados presentaran riesgos para el consumidor y anticipó que exigirá “pruebas estrictas” de las acusaciones. La empresa, con más de 1.100 locales en 16 estados de Estados Unidos, publica advertencias sobre algunos alérgenos en su sitio web, como trigo, soya y gluten, pero no hace mención específica a la cebolla.
Si bien este ingrediente no figura entre los alérgenos obligatorios según la normativa estadounidense, puede provocar reacciones severas en personas sensibles. El caso podría sentar un precedente judicial sobre el tratamiento de alergias alimentarias en grandes cadenas de comida rápida y la obligación de atender de forma precisa las solicitudes personalizadas de los clientes.