CIENCIA

Una nube de polvo apocalíptico acabó con los dinosaurios, según un estudio

Un nuevo estudio científico reforzó la teoría que propone como causa de extinción de los dinosaurios la nube tóxica causada por un inmenso asteroide hace millones de años, y enumeró otras catástrofes

BAE Negocios

Un nuevo estudio reforzó la teoría que propone como causa de extinción de los dinosaurios al polvo tóxico provocado por la colisión de un inmenso asteroide, y enumeró otras catástrofes causadas por este impacto.

Desde hace décadas, la comunidad científica está de acuerdo en el hecho de que un asteroide gigante se estrelló en lo que hoy es la península de Yucatán hace unos 66 millones de años. La mayoría de los expertos coinciden en que este suceso desencadenó una extinción masiva que acabó con tres cuartas partes de las especies, incluida la mayoría de los dinosaurios.

Sin embargo, la forma exacta en que el impacto provocó el apocalipsis sigue sin resolverse, y la atención se centra sobre todo en el "invierno del impacto" que se produjo después, un periodo de oscuridad global y frío.

Una nube de polvo apocalíptico acabó con los dinosaurios, según un estudio
El asteroide que colisionó en Yucatán provocó una nube inmensa de polvo tóxico
Los estudios sobre el "invierno del impacto" Investigaciones previas

En 1980, científicos postularon que el asteroide levantó una gran nube de polvo de roca pulverizado que privó a las plantas de luz solar.

Las investigaciones más recientes se centraron en el hollín que bloqueó el sol durante el impacto inicial y los posteriores incendios forestales, o en los aerosoles de azufre de larga vida liberados por el cataclismo.

La cuestión de cómo se bloqueó el Sol y durante cuánto tiempo ha sido crucial, ya que determinó de manera fundamental la evolución de la vida en el planeta. Una oscuridad prolongada podría haber provocado el colapso de toda la cadena alimentaria.

Investigaciones recientes

Para el nuevo estudio, los investigadores combinaron la simulación por ordenador con un análisis de las capas de sedimentos del yacimiento paleontológico de Tanis, que conserva con extraordinario detalle las secuelas del impacto de Chicxulub.

El trabajo, publicado en Nature Geoscience, revela que un enorme capa de polvo cubrió el planeta y habría permanecido en la atmósfera durante 15 años, enfriando la superficie terrestre 60 grados y paralizando la fotosíntesis durante dos años.

"El polvo podría interrumpir la fotosíntesis durante tanto tiempo que podría plantear graves problemas", afirma Cem Berk Senel, científico planetario del Real Observatorio de Bélgica que dirigió el estudio. "Podría provocar una reacción en cadena de extinción de todas las especies de la cadena alimentaria".

 

Nuevas pistas desde Dakota del Norte

Muchos equipos de investigación han intentado modelar las secuelas del impacto de Chicxulub. El nuevo estudio destaca porque el equipo se basó en datos del yacimiento de Tanis, en la actual Dakota del Norte, que se dio a conocer al público en 2019. Único entre los sitios fósiles, Tanis captura las secuelas inmediatas del evento de impacto con un detalle tan increíble que los científicos pueden decir en qué estación murieron los dinosaurios (un día de primavera a finales del Cretácico).

El equipo de Senel descubrió que los finos granos de polvo del yacimiento de Tanis tienen aproximadamente el mismo tamaño que las bacterias microscópicas, un rango de tamaño pequeño, pero no demasiado diminuto que habría permitido que el polvo persistiera en la atmósfera durante 15 años. Esto significa que el polvo habría contribuido más que las partículas de hollín o los aerosoles de azufre a impedir que la luz solar llegara a la superficie.

Kunio Kaiho, científico planetario de la Universidad de Tohoku, publicó un estudio donde se demuestra que el asteroide chocó contra la Tierra en el punto justo para causar una extinción masiva, golpeando rocas ricas en petróleo para generar hollín que bloquea el sol.

Kaiho afirmó que el nuevo estudio "tiene una importancia significativa para nuestra comprensión de los mecanismos responsables del enfriamiento global y las extinciones masivas".

 

Un "popurrí" de catástrofes

El gigantesco impacto no solo creó una nube de polvo. El asteroide, de 15 kilómetros de ancho, hizo temblar la Tierra y generó tsunamis. Expulsó escombros que volvieron a caer, calentando la atmósfera tras la reentrada y provocando incendios forestales a escala mundial. Levantó polvo de roca y otros tipos de aerosoles, y liberó gases de efecto invernadero que iniciaron un período posterior de calentamiento global que puede haber durado decenas de miles de años.

David Kring, científico planetario del Lunar and Planetary Institute de Houston que no participó en el estudio, afirmó que el nuevo trabajo confirma la hipótesis original de la extinción masiva, que atribuía al polvo la interrupción de la fotosíntesis.

"La duración de la oscuridad es realmente importante, porque si, de hecho, la fotosíntesis se detuvo y eso condujo a las extinciones, tiene que ser oscuro durante un período de tiempo bastante sustancial", dijo Kring.

Sin embargo, añadió que el amplio abanico de consecuencias medioambientales del impacto -desde los incendios forestales globales hasta la lluvia de ácido sulfúrico y los grandes cambios climáticos- dificultan la identificación de una causa singular de las muertes generalizadas.

"Cada una de estas consecuencias medioambientales afectó a distintas partes del mundo y duró distintos periodos de tiempo", explica Kring. "Así que una de las cosas que entendemos en general, y aún no en detalle, es que en realidad es este popurrí de efectos ambientales lo que llevó a las extinciones. No hay una única bala de plata".

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