Unicef: 2 de cada 3 niños son pobres o están privados de derechos

Duro informe sobre la situación en Argentina

BAE Negocios

Dos de cada tres niñas y niños de Argentina (66%) son pobres por ingresos o están privados de derechos básicos, como el acceso a la educación, a una vivienda y a condiciones de agua o hábitat seguros, según un informe presentado ayer por Unicef y realizado en base a datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec.

"La magnitud y persistencia de la pobreza generan la necesidad urgente de proteger las partidas presupuestarias destinadas a infancia y adolescencia", afirmó Luisa Brumana, representante de Unicef Argentina, durante la presentación realizada en las oficinas de la organización en el barrio porteño de Retiro.

Según el informe, son aproximadamente 8,8 millones las niñas y los niños que experimentan carencias monetarias o de algunos de los derechos fundamentales considerados en la EPH.

Además, 3,7 millones enfrentan ambos tipos de privaciones simultáneamente: es decir, 3 de cada 10 chicas y chicos viven en hogares con ingresos insuficientes y, al mismo tiempo, tienen al menos un derecho básico vulnerado.

"Esta situación, que refleja el núcleo más duro de la pobreza, se mantiene desde hace más de seis años", se advierte en el estudio denominado "Pobreza monetaria y privaciones no monetarias en niñas, niños y adolescentes en Argentina". 

En tanto, se advierte que nueve de cada diez chicas y chicos en situación de pobreza monetaria viven en familias en las que el papa y/o la mama trabaja, lo cual refleja que la sola creación de empleo, sin tomar en cuenta su calidad, no permite salir automáticamente de la pobreza. El 76% de estas chicas y chicos pobres viven en hogares donde los adultos tienen trabajos informales o relaciones laborales precarias. 

"El tipo de empleo marca la diferencia", explicó Sebastián Waisgrais, Especialista en Inclusión de UNICEF Argentina. "La tasa de pobreza de niñas y niños que residen con personas ocupadas formalmente disminuye al 32%, y aumenta al 60% cuando viven con adultos ocupados en la informalidad. Este dato nos permite observar que no se sale de la pobreza creando cualquier tipo de empleo, sino empleo decente, es decir, protegido y de calidad", sostuvo.

El informe forma parte de una serie de trabajos publicados por UNICEF desde 2016, que buscan caracterizar las particularidades de la pobreza en la infancia y plantear recomendaciones. Por primera vez, se complementa con un estudio cualitativo realizado junto a La Poderosa, una organización social con presencia en barrios populares.

Tras la presentación, Waisgrais señaló a Télam que "la pobreza monetaria se encuentra en niveles persistentemente elevados, si bien en los últimos años viene bajando y viene descendiendo de forma contundente desde la pandemia".

A su vez, indicó que "la pobreza sería mucho más elevada si no tendríamos políticas de protección social y, fundamentalmente, políticas de protección de ingresos como por ejemplo la Tarjeta Alimentar, la Asignación Universal por Hija y/o Hijo, y otras prestaciones económicas".

Por otro lado, durante la presentación, Waisgrais advirtió que "los promedios esconden fuertes disparidades" y que la pobreza aumenta considerablemente cuando los niveles educativos son bajos o cuando la persona de referencia en el hogar es una mujer.

También alertó que en los barrios populares existe una "pobreza superpuesta" que "dispara las tasas en torno al promedio".

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