Vecinos de barrios populares de Ushuaia denuncian discriminación y falta de servicios
Las provisiones se reparten de forma arbitraria, solo entre quienes apoyan al intendente de esa ciudad, Walter Vuoso. “Estamos cansados como barrios informales que prometen miles y miles de millones, pero vemos que los bajan a los barrios privados”, sostuvo Norma Casco, vecina del barrio Dos Banderas.
En la ciudad de Ushuaia parece que las soluciones llegan de manera selectiva, de acuerdo a la afinidad ideológica con el intendente Walter Vuoto. Así lo expresan los propios habitantes de la capital de Tierra del Fuego, principalmente quienes residen en los barrios denominados informales, los cuales carecen de los servicios más básicos y esenciales. Allí denuncian que las provisiones se distribuyen en forma arbitraria.
“Estamos cansados como barrios informales que prometen miles y miles de millones, pero vemos que los bajan a los barrios privados”, aseguró Norma Casco. La mujer vive en el barrio Dos Banderas, y su testimonio refleja un marcado descontento, producto de una sucesión de omisiones y desamparo por parte de las autoridades municipales.
La más reciente de ellas se manifestó con la instalación de una escalera, con el fin de facilitar el acceso al barrio desde la avenida Soberanía Nacional. Puesto que no consistió en una solución, sino en un nuevo dolor de cabeza, ya que dicha vía de ingreso no contaba con la totalidad de los escalones ni estabilidad. En este sentido, Norma remarcó que “esa escalera la sacaron de un basurero. Para eso, no hubiesen hecho nada”.
Pero ello no significa nada en relación a otras problemáticas sin resolver, como la falta de cloacas y agua potable y el incumplimiento del ordenamiento urbano en los barrios informales. Al respecto, Casco reveló que “este señor (el intendente Vuoto) viene y tira gente acá, amontonándola, con tal de obtener votos. Antes éramos 140 familias, ahora somos 1.300”.
Una superpoblación que causó efectos nocivos en el Dos Banderas, dado que profundizó la escasez de agua. En consecuencia el Municipio de Ushuaia dispuso camiones para el reparto de bidones, en lugar de construir una red de agua potable.
No obstante, la mencionada vecina denunció un mecanismo por demás grave: “Hace un mes que el aguatero no me deja el agua, porque los punteros seleccionan a la gente de acuerdo a si lo apoyás o no al intendente”. Una muestra de clientelismo político que en las redes sociales cristalizan habitualmente los residentes de la capital fueguina, y por el cual Norma reconoció que “nos estamos enfrentando a algo muy grande, que tiene mucha soberbia y poder, mediante el autoritarismo y la violencia, y mucho miedo”.
Ante semejante contexto, la mujer enfatizó que “vivimos como podemos, y eso es lo indignante y lo desgastante".