Warren Buffett, el legendario inversor de 94 años, compartió recientemente su estrategia para transmitir su fortuna a las siguientes generaciones mientras minimiza los conflictos familiares. Aunque sus recomendaciones provienen de su vasta experiencia como multimillonario, son igualmente aplicables a cualquier persona, independientemente de su fortuna.

Si bien en Argentina los hijos, cónyuge y, en algunos casos, los padres del testador tienen derecho a una porción mínima de la herencia, lo que se conoce como “legítima”, también existe la posibilidad de hacer un testamento para repartir sus bienes después de su muerte, también existen alternativas como las donaciones en vida o los fideicomisos, que permiten una distribución anticipada.

En el caso de Buffett, sus recomendaciones trascendieron a través de una carta a los accionistas de Berkshire Hathaway, su compañía, en la que ofreció un consejo clave sobre planificación patrimonial: "Cuando tus hijos sean maduros, haz que lean tu testamento antes de firmarlo", sugirió. Explicó que es fundamental que cada hijo entienda tanto la lógica detrás de las decisiones como las responsabilidades que enfrentarán tras su fallecimiento. "No quieres que tus hijos pregunten '¿Por qué?' respecto a tus decisiones testamentarias cuando ya no puedas responder", afirmó Buffett.

Este enfoque es respaldado por expertos en planificación patrimonial, quienes coinciden en que compartir los detalles del testamento de manera abierta puede evitar sorpresas y conflictos posteriores.

A pesar de la importancia de estas conversaciones, muchas familias aún evitan abordarlas. Según una encuesta realizada el año pasado, el 35% de los encuestados no tenía planes de hablar sobre la transferencia de riqueza a las siguientes generaciones, y un 40% esperaba hacerlo eventualmente. Solo un cuarto de los encuestados había tenido dicha conversación, según la investigación de la firma Edward Jones y otras organizaciones, mencionadas en una nota de The Wall Street Journal.

Los expertos sugieren que estas conversaciones no deben limitarse a una sola charla.

Warren Buffett, quien ha donado grandes sumas de su fortuna a fundaciones y organizaciones benéficas, es un firme defensor de la transparencia familiar. En su carta, destacó cómo las actividades filantrópicas de sus tres hijos aumentaron tras la muerte de su primera esposa, lo que le permitió observar cómo manejaban equipos y gestionaban proyectos. Esto le dio la confianza para entregarles la responsabilidad de distribuir sus activos, que constituyen casi la totalidad de su fortuna.

Buffett comentó que sus hijos tienen opiniones diferentes sobre varios temas, pero comparten valores fundamentales como el deseo de ayudar a los demás y no obsesionarse con la riqueza. Esta perspectiva les permite tomar decisiones compartidas sin generar tensiones familiares.

Los expertos en planificación patrimonial coinciden en que la mejor manera de abordar estas conversaciones es en un ambiente libre de estrés, donde la familia pueda discutir el testamento con calma. 

Buffett dijo que revisa su testamento cada "par de años", a menudo solo con cambios menores. Esto refuerza la idea de que estas conversaciones deben ser recurrentes, no limitadas a un solo evento. Las familias evolucionan con el tiempo, y las circunstancias como nacimientos, muertes, divorcios o matrimonios pueden cambiar las dinámicas y necesidades de los herederos.

Las 12 recomendaciones de Warren Buffett sobre la herencia Leer el testamento antes de firmarlo:

• Cuando los hijos sean maduros, deben leer el testamento antes de que el padre lo firme para que comprendan las decisiones tomadas y las responsabilidades que asumirán tras el fallecimiento.

Ser transparente sobre las decisiones testamentarias:

• Explicar la lógica detrás de las decisiones del testamento para evitar que los hijos se pregunten "¿Por qué?" cuando ya no se pueda responder.

Evitar sorpresas:

• Compartir los detalles del testamento con los herederos para prevenir malentendidos y conflictos familiares posteriores.

Hablar sobre el testamento de manera gradual:

• Tener varias conversaciones sobre el testamento a lo largo del tiempo, en lugar de una sola charla. Esto ayuda a reducir el estrés emocional y a manejar mejor las decisiones sobre la división de la riqueza.

Dar espacio para aclaraciones:

• Permitir que los hijos pidan aclaraciones sobre el testamento, especialmente si no entienden algunos detalles, y hacerlo en un ambiente libre de tensiones.

Ser transparente sobre la herencia:

• Hablar sobre la herencia de manera anticipada, para que los hijos estén preparados y no se sorprendan cuando llegue el momento.

Involucrar a un profesional:

• Contar con la presencia de un abogado o planificador patrimonial en las reuniones familiares para explicar y resolver dudas sobre el testamento.

Revisar el testamento periódicamente:

• Revisar el testamento cada ciertos años y hacer ajustes si es necesario. Esto asegura que las decisiones se mantengan actualizadas según las circunstancias familiares.

Fomentar la comunicación continua:

• Las conversaciones sobre el testamento y la herencia deben ser recurrentes debido a cambios familiares como nacimientos, muertes, divorcios o matrimonios.

Escribir una carta explicativa:

• Escribir una carta a los beneficiarios explicando los valores familiares y la razón detrás de las decisiones sobre la herencia, en un lenguaje claro y directo.

Anotar quién recibirá qué:

• Detallar en el testamento quién recibirá qué posesiones, aclarando si estas tienen valor sentimental además del monetario.

Firmar el testamento sin demoras:

Aunque es valioso involucrar a los hijos en la revisión del testamento, no posponer la firma del testamento para evitar complicaciones legales o la división de bienes según las reglas estatales si algo ocurriera antes de firmarlo.