YPF presentó con Felipe Pigna el libro sobre la historia de su centenario
"La historia de la compañía es la historia del país", resaltó el presidente de YPF durante el evento, realizado en la cúpula del Centro Cultural Kirchner
En el marco de los festejos por el centenario de YPF, Felipe Pigna y Pablo González presentaron el libro “YPF: 100 años impulsando la historia”, un recorrido histórico y fotográfico por los 100 años de la compañía y su vínculo con el desarrollo del país.
Durante la presentación, que se realizó en la cúpula del CCK, el presidente de YPF destacó que "la historia de la compañía es la historia del país"
Además, sostuvo que "los resultados de YPF son una buena noticia para el país y que hay que consolidar el crecimiento que logramos en estos tres años de gestión".
El pasado 3 de junio, la compañía cumplió un siglo de presencia en el país. En este tiempo, YPF logró ser reconocida por la cercanía a sus clientes, la calidad de sus productos que son parte de la vida cotidiana de las argentinas y los argentinos, por su presencia federal y su rol protagónico en el desarrollo productivo de la Argentina.
En este contexto, el presidente de YPF resaltó la importancia de la red de operadores durante estos 100 años. “Siempre fueron la imagen de YPF en su relacionamiento con la gente y siempre han tenido una evolución en cuanto a ir siguiendo los desafíos de la modernidad y la reconversión de una manera muy inteligente”, destacó el titular de la compañía en diálogo con surtidores.com.ar.
“YPF es líder en Estaciones de Servicio y esto es el resultado de la interrelación de la empresa con sus operadores, apoyándolos y estando cerca de ellos”, agregó González.
Historia para ver
Naftas YPF (Fines década del 60) pic.twitter.com/yQmzFMYd0w
Felipe Pigna es profesor de historia y director del Centro de Difusión de la Historia Argentina de la UNSAM. Ha publicado más de quince títulos como escritor y logró acercar la historia de nuestro país a un público masivo. Justamente, por esta tarea, en el año 2017 fue reconocido con el premio Konex en el rubro Divulgación.
Pigna es un especialista: en El Historiador recopila hace años la historia del petróleo en Argentina, desde su descubrimiento en Comodoro Rivadavia y la defensa que hizo Hipólito Yrigoyen hasta el progreso a través de Enrique Mosconi y la "batalla del petróleo" que llevó adelante el expresidente Arturo Frondizi.
Brotes de breaAunque varios atlas geográficos mencionan “brotes de brea” en Jujuy y Mendoza a mediados del siglo XIX, lo que brinda serios indicios de la presencia de petróleo en la Argentina, el historiador relata que uno de los grandes impedimentos para la exploración y explotación del petróleo argentino fue la férrea oposición del Imperio Británico y sus empresas, por ser el monopólico proveedor de carbón para nuestros hogares, industrias, barcos y ferrocarriles. Con esa provisión cubría gran parte de los costos de los cereales y las carnes que le compraba a la Argentina. Esto llevó durante años a que tanto los ingleses como los terratenientes exportadores argentinos se opusieran a la realización de actividades petroleras por parte del Estado.
Los primeros emprendimientos fueron en Jujuy y en Mendoza, entre 1865 y 1880. También fue en Mendoza donde se construyó el primer oleoducto de la Argentina, que unía el yacimiento con la capital mendocina.
Entre 1887 y 1891 la compañía logró extraer 8.600 metros cúbicos, muchos de los cuales fueron utilizados en el alumbrado de la ciudad. En Neuquén se formó la Compañía Argentina-Uruguaya de Petróleo establecida en Challacó, a 22 kilómetros de Plaza Huincul.
Pero todos estos establecimientos tenían un gran defecto: su producción en las condiciones de la época para la perforación y el almacenamiento del producto no era muy abundante, lo que implicaba una fuerte inversión. Además, estaban lejos del puerto y su única vía de comunicación con Buenos Aires se realizaba a través de los ferrocarriles ingleses que cobraban fletes con tarifas diferencialmente caras para el transporte del petróleo y sus derivados, con el objetivo de seguir vendiendo su carbón y controlar las zonas de producción petrolera.
"Pero todo cambió una tarde de diciembre de 1907", contó Pigna. "La historia oficial quiere contarnos que un grupo de ingenieros y trabajadores realizaban una perforación en busca de agua en las cercanías de Comodoro Rivadavia y que cuando estaban por abandonar la búsqueda comenzó a surgir con fuerza un chorro de petróleo", recordó.
Sin embargo, no fue el azar, sino ingenieros como Hermitte, José Fuchs y Humberto Beghin, quienes haciendo tareas de exploración geológica bajo la dependencia de la Comisión de Napas de Aguas y Yacimientos carboníferos encontraron petróleo.
Desde 1904 que se encontraban en esa misión, y en 1907 el presidente Figueroa Alcorta declaraba la prohibición de denuncias de propiedad y una zona de reserva en las cien mil hectáreas circundantes al yacimiento descubierto. "Pero el día 15 comenzó el lobby de los ingleses y sus socios locales", asegura Pigna.
El lobby que demoró la llegada de YPF¿Qué pasó? Los técnicos e ingenieros extranjeros contratados por el Estado eran sospechosamente ineficientes, "como si hubiera el propósito de no encontrar el mineral". "El Estado no puede ser explotante de minas, y donde quiera que las han explotado ha concluido mal, como lo prueba la historia de la minería en América", fueron algunas de las palabras del diputado Joaquín V. González que impulsaron al Estado a reducir el área de reserva de cien mil hectáreas a sólo cinco mil y por un plazo de cinco años en 1910.
"Lentitud increíble y mezquindad inconcebible", decía el ingeniero Luis Huergo sobre esto, ya en el gobierno de Roque Sáenz Peña, cuando empresas privadas se peleaban por lo que antes formaba parte de las cien mil hectáreas. Recién para el fin de la Primera Guerra Mundial, con Hipólito Yrigoyen como presidente y el petróleo como fuente principal de combustible, se creó por decreto la Dirección Nacional de los Yacimientos Petrolíferos Fiscales, con el general Enrique Mosconi al frente.
En mayo de 1929, YPF redujo el precio del petróleo y Argentina tenía la nafta más barata del mundo. "Las ventas de la empresa estatal crecieron notablemente provocando otra vez la ira de los privados", escribe Pigna. "Si YPF podía bajar el precio, ¿por qué ellas no? A regañadientes e impulsadas por el ejemplo de YPF, se vieron obligadas a bajarlo. Pero Mosconi fue por más: rebajó también el precio del kerosén y de los agroquímicos, porque según argumentaba, la uniformidad en el precio de los combustibles era 'un vínculo más del nacionalismo entre todos los habitantes del país, pues contribuye al desarrollo económico de regiones del interior'”, agrega
“Las compañías privadas ignoran tales razones, ya que estos argumentos no pueden despertar su interés; pero una organización del Estado debe orientar su acción teniendo en vista finalidades que muchas veces no concuerdan con las que mueven a las compañías de capital privado", decía Mosconi.
"A partir de los años noventa del siglo XX, con la furia privatizadora de aquella década infame, pudimos comprobar lo que implica el criterio de 'rentabilidad' aplicado a las políticas de Estado", cerró PIgna.