Adaptarse o quedarse atrás, la disyuntiva de la Cuarta Revolución Industrial

El Foro de Davos 2019, que comienza mañana, se centrará en la búsqueda de consensos para evitar un escenario de crisis mundial permanente

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El presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, envió hace pocos días una carta a los participantes en la reunión de Davos de este año (que se inicia mañana) en la que lanza un inquietante diagnóstico: “El mundo se encuentra en una encrucijada. Podemos seguir por la actual senda de puntos de vista polarizados, conflictos crecientes y numerosos problemas sin resolver, con lo que en el mejor de los casos terminaremos en una crisis mundial permanente. En el peor, degenerará en el caos con impredecibles consecuencias”.

En plena ebullición de variadas problemáticas internacionales como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (Brexit) y la ola inmigratoria en distintas regiones, Schwab plantea que no es válida, a su juicio, la solución que están tomando los gobiernos de intentar “proteger a aquéllos que se han quedado atrás de los cambios transformadores que acarrea la Cuarta Revolución Industrial, obteniendo así ventajas políticas a corto plazo”, ya que de esta forma, cree, se afecta la competitividad de cada país a futuro.

La crítica del titular del Foro se extiende a las recetas neoliberales de “no hacer nada, porque eso requiere que la comunidad empresarial esté preparada y sea capaz de servir de catalizador”. La alternativa es, según el dirigente, que los poderes públicos se comprometan de lleno en lo que llama “la Globalización 4.0: construir una arquitectura mundial en la era de la Cuarta Revolución Industrial (4IR por sus siglas en inglés)”.

Para Schwab, lo que define como cuarta ola de la globalización “necesita centrarse en el ser humano, además de las características de inclusión y sustentabilidad”. El líder empresarial consideró que “el mundo ha entrado en un periodo de profunda inestabilidad global debido a la ruptura tecnológica de la Cuarta Revolución Industrial y la realineación de las fuerzas geopolíticas y geoeconómicas”, como dijo al hacer la presentación de la reunión del FEM que comienza mañana y culminará el viernes.

Por ello, el foro de este año que se hará bajo el tema de “Globalización 4.0: Definiendo una arquitectura global en la era de la cuarta revolución industrial”, intentará que los más de tres mil líderes de distintos sectores que tomarán parte busquen consensos que lleven a “la identificación de nuevos modelos para la paz, la inclusión y la sustentabilidad”.

De acuerdo con el brief del Foro “se trata de atender las demandas de un mundo donde la plena integración global es inevitable y en el cual existen modelos de gobernanza en lucha para alimentar acciones concertadas de los poderes mundiales”.

Cambio de foco

En su edición de este año, la reunión anual del FEM se extenderá por más de 350 sesiones, la mitad de las cuales serán transmitidas vía internet.

Las sesiones se articulan en los siguientes diálogos globales: geopolítica en un mundo multiconceptual. Futuro de la Economía. Sistemas industriales y política tecnológica. Resilencia al riesgo y promoción de sistemas inteligentes. Capital humano y sociedad y por último reforma institucional.

La 4IR requiere nuevas habilidades y un aprendizaje de por vida

Está previsto que haya tres mil participantes provenientes de 110 países, así como 65 jefes de Estado o de gobierno y de organizaciones internacionales.

Del sector privado se anuncia la presencia de 1.700 líderes, más otros 900 de la sociedad civil, así como emprendedores sociales, líderes religiosos y representantes de medios.

Schwab ya expuso que el eje del Foro será cómo los Gobiernos deben dejar de mirar a corto plazo por el formidable reto que se avecina para la sociedad occidental. En el llamado Manifiesto de Davos 2019 el dirigente expresó: “Las economías, los negocios, las sociedades y la política no sólo están cambiando, sino que están transformándose. Reformar nuestros procesos e instituciones existentes no será suficiente. Más bien necesitamos rediseñarlos”.

“El peligro aquí es que podría desarrollarse una 4IR de dos velocidades”. La primera, la de “las fuerzas del cambio”, gigantes tecnológicos que impondrán sus propias reglas con hechos consumados y la segunda, la de “los Gobiernos continuamente rezagados”, señaló Schwab.

“La respuesta a tiempo a estos retos determinará la relevancia económica y el crecimiento de cada país. También determinará el bienestar y las oportunidades de empleo para sus ciudadanos”, agregó Schwab, quien cree que “todo nuestro sistema de educación tendrá que ser renovado. La 4IR requiere nuevas habilidades y un aprendizaje de por vida. (...) Todo para no convertirnos en esclavos de los algoritmos”, recalcó.

“Una gran parte del empleo es ya sustituida por la automatización inteligente. El ingreso laboral tradicional será reemplazado masivamente por los rendimientos que se obtengan de la creatividad, el capital riesgo o de la ventaja de ser el primero en algo”, destacó.

Para Schwab urge alcanzar acuerdos mundiales sobre inteligencia artificial, protección de datos, sistemas fiscales y de competencia, seguridad, circulación de personas y un largo etcétera.”Sin embargo, la velocidad, la complejidad y la naturaleza virtual del cambio hacen que sea difícil comprender la necesidad urgente de una formulación de políticas ágil”. Mientras, “crece la brecha entre ganadores y perdedores de la 4IR”, destacó.

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