El mundo está mirando al Sudeste Asiático. En ese contexto, Tailandia, gana protagonismo. Será por eso que además de un destino turístico, es también un destino amigable para realizar grandes eventos. Es el caso de Safety 2018, la 13 edición de la Conferencia Internacional de Prevención de Lesiones y Promoción de la Seguridad que se realizó, del 5 al 7 de noviembre, en Bangkok.

Organizado por un comité formado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Fundación Promoción de la Salud Tailandesa, el Ministerio de Salud Pública de la Nación y el Instituto Público de Medicina de Emergencia del país anfitrión, el encuentro recibió expertos en salud y representantes de organizaciones sociales de renombre para discutir políticas, investigaciones y aplicación de soluciones de cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la OMS para 2030.

Entre otras conclusiones, se expresó que aún hay mucho trabajo por hacer ya que en el mundo hay un progreso muy lento en materia de seguridad vial; ahogamiento; caídas; violencia colectiva, de género e infantil; y homicidios. Se cree que las limitaciones están dadas por el contexto social y por incapacidad de gobiernos y legislatura. Los expertos también indicaron que "hay una luz al final del túnel" ya que existen buenas prácticas e intervenciones, aunque de baja escala, que podrían adaptarse a cada país. Para acelerar el cambio y el progreso, propusieron fortalecer los liderazgos en la dirigencia política, robustecer legislación y regulación y organizar las normas sociales de modo que, por ejemplo, haya tolerancia cero a toda forma de violencia y se instalen reglas en función de una cultura sana, así como mejorar las capacidades de control.