Ahora que falleció Penny Marshall, es bueno revisar Despertares, que compitió por el Oscar a la Mejor película junto con Buenos Muchachos, El Padrino III, Ghost y Danza con Lobos (la que ganó, pero miren lo que era el cine entonces...). En su momento, la historia -basada en hechos reales- de un médico (Robin Williams) que encuentra cómo sacar de un autismo profundo a un paciente con lesiones cerebrales (Robert De Niro) parecía una más de esas películas aleccionadoras y llenas de buenas intenciones. Pero hoy se la ve mucho más sutil, y que en realidad el filme es la historia de cómo se acercan y se conocen seres humanos afines, más allá de barreras tan aparentemente infranqueables como una enfermedad. Marshall no deja de colocar humor hasta en los momentos más dramáticos, y hace -como con todas sus películas- alarde de una gran amabilidad. Suma muchos puntos con el tiempo. En Netflix.