El techo de cristal, un castigo inadmisible en tiempos de avances contra las desigualdades

Equiparación salarial

Celeste Fierro*

La desigualdad de género en el mercado de trabajo en un problema histórico que el movimiento de mujeres decidió enfrentar. Se trata de una injusticia se expresa desde la brecha salarial entre hombres y mujeres, que en nuestro país es del 28%. También se comprueba en el acceso a empleos y puestos de jerarquía. Este mercado está masculinizado, de allí que hablamos de un "techo de cristal", donde la desigualdad sigue creciendo e intenta consolidarse al compás de la tremenda crisis que vive la Argentina.

Los denominados empleos feminizados, como educación, salud y labores de cuidado en general, revelan que hasta ocupando cargos las mujeres tenemos los sueldos más bajos de mercado. Esta realidad se agrava en escenarios como el actual, las mujeres sufren la mayor vulnerabilidad, que va desde el incremento de precarización de sus tareas, suspensiones y despidos. La tasa de ocupación de los varones supera al 20% respecto a mujeres, ahora en cuanto desocupación o subocupación el porcentaje de mujeres es mayor. Entre las que tienen entre 14 y 20 años el registro supera el 20% de desocupación, para dar un ejemplo entre tantos. Nuestra lucha comprende la equiparación del salario, el acceso a los cargos de mayores jerarquía y revalorizar todas las tareas feminizadas como salud, educación y cuidado. Además del reconocimiento al trabajo doméstico, labor que las mujeres cumplen a la par de su empleo formal o precarizado. Esta reivindicación no tiene energía desde los sindicatos tradicionales y sus estructuras patriarcales. El caso de los docentes es clarísimo, el 80% son trabajadoras y ellas no tienen una representación gremial que se relacione directamente con la dimensión de universo de maestras, profesoras y otras colaboradoras.

* Dirigente del MST y la Agrupación Feminista Juntas y a la Izquierda

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