Enorme reflexión sobre el cine de los 80 con humor y tristeza
El último gran héroe
Cuando Capitana Marvel cae en un videoclub, se ve, clarita, la tapa de El último gran héroe, una de las mejores películas de las últimas décadas. Guión de Shane Black (Arma mortal, Dos tipos peligrosos), dirección de John McTiernan (Duro de matar, Depredador) y protagónico de Arnold Schwarzenegger, narraba la historia de un nene fanático del cine de acción ochentoso que ingresa, por un mágico billete, a la ficción. Pero vuelve a la realidad acompañado de un típico supermacho de ese cine. Pero la película es mucho más que eso: hay una reflexión -incluso política- sobre la diferencia entre realidad y ficción, algunos momentos de una ternura notable y una emoción -y una tristeza, además- que combinan con el humor disparatado y a veces paródico. El villano de Charles Dance o la madre que intepreta Mercedes Ruehl son prueba de que un gran film requiere grandes actores. En Netflix.