La necesidad de pedalearle a la vida

lautalan

El periodista Emiliano Gullo trabajó en Rappi durante 10 días. Luego de dicha experiencia escribió al detalle sobre la misma en la revista Anfibia y también comentó sus desventuras en Siempre Noticias (Crónica HD). De esta forma, con los pies en los pedales de la bicicleta el cronista detalló qué se siente bajo el dominio de los algoritmos que marcan los pedidos recibidos, tiempos de llegada, valor del servicio y desafíos casi olímpicos para llegar a destinos en tiempo y forma. Todo bajo el rigor de carecer de derechos como trabajador, con franja dispuesta a sumar kilómetros y algunos pesos, en desproporción casi feudal. Durante el lapso que prestó servicios, poco más que una semana, alcanzó a sumar $2.300 siendo más potente el haber estado en el lugar de quienes recorren Buenos Aires y otras ciudades del mundo como aquellos "bicivoladores" de la película ET, un clásico de Steven Spielberg.

Gullo no duda en que la pretendida ventaja de "trabajar sin jefes" maquilla otra realidad más avasallante donde la globalización es un tono pero no la melodía central de esta ópera. El periodista ironizó incluso que sus superiores en Rappi le comentaban los "beneficios de ser monotributista". Léase ausencia de derechos laborales, propia solvento de aportes y modo/estado "a la buena de Dios" en cuanto a riesgos previsibles cuando debe circular por calles y avenidas, en este caso porteñas.

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