En momentos extremos como la pandemia del Covid-19 que el mundo transita desde hace casi una año, es cuando sale a relucir la solidaridad, no sólo individual, sino también de las instituciones.

Las organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro son las entidades mejor valoradas por su accionar solidario durante el aislamiento. En el otro extremo, los partidos políticos y los sindicatos son los peores vistos.

Un estudio de opinión pública entre 1.080 ciudadanos, con un promedio de 29 años y un nivel socioeconómico medio y medio-alto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, realizado por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), indica que seis de cada 10 personas (64%) consideran que los actos de solidaridad realizados por los argentinos durante la pandemia han aumentado.

Casi la mitad de las personas afirma que brindar protección a los vulnerables es competencia exclusiva del Estado y dos de cada tres encuestados afirmaron haber brindado algún tipo de ayuda solidaria desde la declaración de la pandemia.

Entre quienes atestiguaron no brindar ayuda alguna, el 41% afirma no hacerlo por no conocer organizaciones ni individuos que permitan canalizar su voluntad de ayuda. Tres de cada diez aseguraron no poder movilizarse para brindar ayuda. Apenas el 16% de las personas que no realizaron acciones solidarias afirmó no haberlo hecho porque simplemente no les interesaba.

Se pidió opinión respecto a la participación solidaria del conjunto de los actores sociales de la Argentina en general frente a la pandemia. Las respuestas estuvieron fuertemente divididas, aunque con una ligera tendencia positiva.

En una escala del 1 al 5, siendo 1 "nada conforme con la participación solidaria" y 5 "totalmente conforme", en promedio los encuestados valoraron el accionar de los distintos actores sociales en 2,89 puntos. Un promedio de 2,5 puntos hubiera implicado una valoración completamente neutra al respecto.

También buscaron reconocer la opinión sobre grupos o instituciones particulares.

Las organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro fueron las instituciones mejor valoradas por su accionar solidario, con un puntaje promedio de 3,8 puntos (siendo 1 "nada solidarios" y 5 "muy solidarios").

En segundo lugar, la población en general recibió un puntaje promedio de 3,4 puntos, mismo puntaje que los centros educativos. En cuarto lugar, la autopercepción personal fue ligeramente inferior a la de la sociedad en general, calificando la propia solidaridad en 3,2 puntos.

Por su parte, las empresas promediaron un puntaje de 3,1 puntos, ubicándose en una posición intermedia entre todos los grupos e instituciones considerados. A continuación, las instituciones religiosas y los organismos de gobierno obtuvieron un puntaje de 2,7 puntos, inferiores al promedio general.

Finalmente, los partidos políticos (1,9 puntos) y los sindicatos (1,8 puntos) fueron las instituciones peor valoradas por su accionar solidario en el contexto de pandemia. Un promedio de 1 punto hubiera implicado una percepción de nula solidaridad de estos grupos por parte de los encuestados.

Sobre el nivel de acuerdo con diversas frases referentes a actitudes solidarias frente a la actual pandemia, prácticamente la totalidad de los encuestados (94%) coincidió en afirmar total o parcialmente que la lucha contra el Covid-19 es responsabilidad de todos, contra apenas un 5% que consideró lo contrario.

En segundo lugar, también hubo amplia coincidencia en afirmar que las entidades públicas y privadas deben trabajar en conjunto para dar respuestas a los problemas surgidos por la pandemia.

Casi nueve de cada diez encuestados manifestaron algún nivel de acuerdo con tal afirmación, contra un 9% que se expresó de forma contraria.

Hubo similar nivel de acuerdo (88%) al momento de afirmar que los ciudadanos siempre deben ayudarse entre sí en situaciones de vulnerabilidad, versus 11% que se manifestó en oposición de tal perspectiva.

Sin embargo, aunque alto, no fue tan contundente el acuerdo respecto de los actos de solidaridad realizados por los argentinos durante la pandemia. Un 64% consideró que los mismos han aumentado durante este período, contra un 28% que considera lo contrario.

Finalmente, las opiniones respecto al rol que deben asumir el Estado y la sociedad frente a la pandemia se encuentran ampliamente divididas. Casi la mitad de los encuestados (49%) estuvo de acuerdo en afirmar que brindar protección a los vulnerables es competencia exclusiva del Estado, mientras que la otra mitad opinó lo contrario.

También se indagó sobre las acciones solidarias realizadas por los encuestados. Al respecto, dos de cada tres de ellos (66%) dijeron haber brindado algún tipo de ayuda a algún individuo u organización externo a su familia desde la declaración de la pandemia, mientras que el tercio restante negó haber realizado tal tipo de acciones.

La mayor parte de esta ayuda tuvo un alcance local y se orientó hacia organizaciones o individuos específicos y, principalmente, cercanos. Entre aquellos que dijeron haber brindado algún tipo de ayuda, un 52% afirmó haberlo hecho a nivel local, similar al porcentaje que dijo haber ayudado a algún individuo vulnerable en específico (51%). Asimismo, un 42% aseveró haber ayudado a un grupo vulnerable en específico. Por el contrario, las ayudas generalizadas fueron más reducidas. Apenas un 5% de quienes realizaron algún tipo de acción solidaria lo hicieron a nivel provincial, un 2% a nivel regional, un 7% a nivel nacional y un 2% a nivel internacional.

En cuanto al tipo de ayuda brindada, siete de cada diez personas que dijeron haber realizado algún tipo de acción solidaria durante la cuarentena afirmaron haberlo hecho mediante la donación de material, alimentos y/o fondos. Por otra parte, algo más de la mitad que afirmaron haber realizado acciones solidarias (55%) mencionó haber hecho las compras de alimentos y bienes diversos para personas vulnerables o dependientes, segunda actividad solidaria más común entre las mencionadas. En tercer lugar, y también con un alto número de menciones, casi la mitad de quienes dieron su ayuda solidaria de alguna forma (47%) reconoció haber brindado apoyo emocional o psicológico a personas vulnerables y dependientes. Por otra parte, una de cada cuatro personas que otorgaron algún tipo de ayuda solidaria durante este período (24%) atestiguó haber participado de acciones de repartición de comida y/o suplementos de higiene de forma directa, por ejemplo, mediante participación en ollas populares.

Asimismo, también se mencionaron otras diversas acciones solidarias. Entre ellas se destacaron la oferta de servicios profesionales de forma gratuita (12%), la donación de plasma o sangre (10%), la confección de tapabocas, barbijos o máscaras para distribución a bajo costo o de forma gratuita (9%) y el ofrecimiento de bienes o servicios específicamente para personal esencial.