Buenas y malas películas: para revisar lo que nos dejó 2023
Un evento de dos filmes, superhéroes a la baja, algunas películas argentinas que destacaron en todo el mundo y alguna que otra genialidad. ¿Quiere revisar lo que pasó en el cine en el año que se termina? Aquí vamos: balance personal y dónde ver cada una de estas obras. Felicidades.
Bueno, amigos, último fin de semana del año y, por lo tanto, vamos a hablar un poco de "las películas del 2023". Como la mayoría están en plataformas, le recomendamos verlas para discutir. No, no hay sólo elogios o sólo denuestos en las líneas que siguen. Consideramos importantes estas películas porque generaron movimiento, discusiones, algún que otro fenómeno, etcétera. Pero vamos a ser honestos: fue un año que sólo va a quedar en la memoria de los cinéfilos por cuestiones más bien periodísticas. No necesariamente porque haya habido grandes filmes.
Alguno hubo, por cierto. La película más linda del año fue Guardianes de la Galaxia Vol. 3 (Disney+) que cerró la historia de estos freaks espaciales y contó, sobre todo, la de Rocket, ese gran personaje con la voz de Bradley Cooper. "Linda" porque el diseño es bello. Pero además es una gran película porque pone el acento en las relaciones entre sus criaturas y en la idea de que la felicidad no es algo constante, que el dolor es parte inextricable de la vida. Es sobre todo una película sobre la pérdida y sobre el reencuentro, narrada además con plasticidad, mucha comicidad y emociones justas. Como en la commedia all'italiana (James Gunn aquí parece más cerca de Fellini que de Stan Lee), se ríe y se llora. Y además, la batalla en plano secuencia con los Beastie Boys sonando a todo volumen, cima de cine abstracto del año.
Pero sin dudas el gran fenómeno del año fue "Barbenheimer", el estreno coincidente de dos películas aparentemente opuestas. Una, Barbie, la comedia de Greta Gerwig sobre la célebre muñeca que puede que se lleve muchos Oscar (HBO Max); la otra (por ahora en alquiler en Flow, seguramente también en HBO Max en breve) es un drama biográfico sobre el creador de la bomba atómica. Bueno, eso ya lo saben. Pero vamos a decir la verdad: Barbie, más allá de algunos momentos de humor y de actores que entienden de qué va la cosa, es un pastiche que quiere decirlo "todo" sobre las relaciones hombre-mujer en el mundo actual. Y muchas veces lo hace mal, a puro diálogo, con agujeros de guión evidentes y mensaje tranquilizador. Por momentos, incluso, peca de deshonesta (al final las "Barbies" se imponen porque los "Ken" son idiotas, por caso). Aunque su mayor falta es tratar de quedar bien con todo el mundo y olvidarse de contar un buen cuento.
Oppenheimer es pesada, larga, pretenciosa. Incluye una de las escenas de sexo más inútiles de la historia del cine y es, a pesar de sus idas y vueltas en la cronología o su paso del blanco y negro al color, la nada: primero una biografía, después la historia de la Bomba contada como en un telefilme, y finalmente, una película de juicio más aunque -¡Oh, originalidad!- narra dos que transcurren en momentos diferentes. Es decir: el rompecabezas de montaje (una marca de fábrica, casi la única además de la música intensa y constante incluso en escenas que no la requieren, de Christopher Nolan), una vez que se entiende, cede paso a una película muy común, incluso insulsa, vestida de gran importancia. En cambio (estará en Mubi) sí se estrenó Hojas de otoño, de Aki Kaurismaki, película genial. ¿Qué tiene que ver con Oppenheimer? Nada: es buenísima y la queremos recomendar.
Hubo cuatro películas argentinas que valieron la pena. Dos son larguísimas: Trenque Lauquen, de Laura Citarella (va a estar en Mubi), mencionada por los célebres Cahiers du Cinéma como la mejor película del año (de todo el mundo); y Los delincuentes (también en Mubi), que es la candidata nacional a los Oscar, de Rodrigo Moreno. Las dos cuentan muchas cosas y parten de una excusa "de género": la desaparición de una mujer en el primer caso; un robo a un banco en el segundo. Pero también las dos toman su propio camino libre y cuentan otras cosas, sobre todo el misterio que rodea a la búsqueda de la felicidad. En Trenque Lauquen hay drama, comedia, romance y hasta ciencia ficción; en Los delincuentes, suspenso, noir, comedia, aventura y amor. Quizás se acerquen más a la literatura que al cine, pero valen la pena.
Las otras dos son Puán, de Benjamín Naishtat y María Alché, que desnuda las imposturas ideológicas de la universidad a través de una comedia que en realidad es también otra cosa; y Cuando acecha la maldad, de Demián Rugna, fenómeno impensado para una película de terror sobrenatural bien de género donde abunda la sangre. En ambas, hay ganas de contar una historia y de dejar de lado el dedito señalado para adentrarse en las posibilidades que brinda el cine popular. Una va a HBO Max; la otra, a Cine.ar.
En fin, de estas películas se habló mucho. De hecho, parece que la temporada 2023 se redujó a estos títulos y poco más. No hubo -cosa curiosa- una gran animación, tampoco. Ni Pixar con Elementos (Disney+), que de todos modos "hizo plata", ni la súper mega archi exitosa Súper Mario Bros (HBO Max), que además fue dirigida por los creadores de la brillante Jóvenes Titanes en Acción, mostraron más que la habilidad de Hollywood para usar las computadoras. Son películas casi sin alma, casi sin emoción, casi sin sentido. Quizás Elementos sí guarde algo más "tradicional" (en el buen sentido) que sintoniza con el espectador. Pero la otra es sólo el muestrario de una franquicia. No, no fue un buen año para el cine familiar, tampoco. La razón quizás sea la inercia de la pandemia (el cine es un negocio de larga maduración) o que nos hemos ablandado bastante con las plataformas y necesitamos mucho más para que la pantalla grande nos convenza. De todos modos, ahí están para discutir y, quizás, disfrutar más que este escriba. Feliz Año Nuevo.