Fin de semana

Estrenos en el cine: horrores y tristezas almodovarianas

Lo más destacado del malón de estrenos cinematograficos este fin de semana son el último Almodóvar (primero hablado en inglés) y la tercera Terrifier, ya un icono (pequeño, eso sí) del horror contemporáneo. Les contamos qué hay, qué puede esperar y, como siempre, lo dejamos apostar a usted.

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Estamos en lo que los estadounidenses llaman “awards season”, es decir la temporada de premios que culmina en marzo con los Oscar. Es decir, el momento en el que los grandes estudios lanzan sus películas de prestigio a la caza de una estatuita, globito o lo que fuere. También es Halloween, lo que implica que se estrena algo de terror (suele pasar, pero seamos sinceros: el género presentó novedades todo el año). Así que los dos estrenos cinematográficos más importantes van por ahí: prestigio y sangre.

 

 

El de prestigio es La habitación de al lado. El yeite publicitario es ser la primera película de Pedro Almodóvar rodada en inglés y con elenco anglosajón (o, en el caso de John Turturro, ítaloamericano). Después es un melodrama de Almodóvar sobre dos amigas, algo que abunda en su filmografía. Una tiene cáncer y ha sido corresponsal de guerra, la otra fue periodista y ahora es escritora. Se reencuentran y conviven mientras la muerte se acerca. A favor: no carece de humor y en eso Tilda Swinton (que tanto puede ser un personaje de Derek Jarman como de Marvel, bien en ambos casos) le saca un par de cuerpos de ventaja a Julianne Moore, que llora muy bien. ¿Vamos a decir que es una mala película? No, para nada, pero se nota tanto el alambicamiento, el cálculo preciso de don Pedro para que lo aplaudan que cuesta sentir interés por la historia. Eso sí, todo muy lindo.

 

 

Por el contrario Terrifier 3 tiene sangre en las venas. De hecho, tiene tanta que la sacude en la pantalla. Tercera aparición de Art the Clown, el payaso asesino que esta vez decide adelantar la Navidad, tiene una creatividad macabra y una tensión en las secuencias criminales que muestra que el realizador Damien Leone sabe de cine. Hay algo a tener en cuenta: desde el título se trata de sátiras aun si son muy sangrientas. Se burla del cine de horror con la idea de ver hasta dónde puede ir en la salvajada. El resultado: uno se ríe más de lo que se asusta. Habrá que ver si esta idea tiene algún otro desarrollo, pero si quiere ir al tren fantasma y no hay parques de diersiones cerca, es un gran sucedáneo.

 

 

Y sí, hay 7 (siete) estrenos argentinos. Porque la época exige que se los amontone mientras no hay tanques devorando pantallas. Una de las asignaturas pendientes del INCAA (desde hace muchas administraciones) es que el cine nacional tenga chance. En fin, dejemos de lado la política (aunque hay que hablar de esto, siempre obviado porque sólo se discuten subsidiios) y vayamos a los títulos. En principio, hay una comedia dramártica de Marco Berger, Los amantes astronautas, que vuelve a explorar el universo del amor entre hombres, un tópico del realizador. Aquí son dos amigos de infancia que se reencuentran en unas vacaciones, y la idea de la trama proviene de la comedia romántica. Berger sabe que importa menos el sexo que las personas y logra que creamos en la existencia de los personajes y nos conmuevan. Quizás sea mejor que la de Almodóvar, cuidado.

 

 

Luego hay dos documentales: Sara Facio: Haber estado ahí, de Cinthia Rajshmir sobre la gran fotógrafa argetina, y Procopiuk, de Diego Lumerman, sobre un pionero del cine en la Patagonia. Ambos son interesantes y con muy buen material. Y como es Halloween, se estrenan tres películas de terror nacional: Los turistas, de Gaby Smiths; Al impenetrable, de Sonia Bertotti; y Cielo rojo-gigantes de metal, de Marcelo Leguiza. Cierra la lista de novedades argentas Simón de la Montaña, un bello drama realizado por Federico Luis.

Es todo. Corra riesgos, pruebe, y no nos crea. Qué se puede hacer salvo ver películas.

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